Los ponentes del Estatut se declaran dispuestos a trabajar en agosto

Los ponentes que elaboran el proyecto de reforma del Estatut se declararon ayer dispuestos a trabajar en agosto para que el proyecto pueda someterse en otoño al pleno del Parlament. Esta toma de posición se produjo ayer por la tarde, después de que el líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, lo propusiera.

Para acelerar los trabajos de la ponencia, Carod propuso que los diputados se concentren en un hotel, como se hizo en 1979 en el parador de Sau, "y no salgan de allí" hasta que hayan terminado su trabajo. También dijo que ERC está dispuesta a que la ponencia trabaje en agosto si a finales de julio no ha concluido sus sesiones.

Sin embargo, el diputado Francesc Homs, uno de los ponentes de CiU, sostiene que el mejor método para acelerar los trabajos es remitir inmediatamente el borrador a la Comisión Primera del Parlament para que lo dictamine. Este es el trámite preceptivo que ha de seguir el borrador antes de ser sometido al pleno del Parlament.

No es la primera vez que CiU pide que se ponga fin a la ponencia conjunta y se pase el borrador a la comisión, con el argumento de que en ella todos los grupos fijarán públicamente su posición sobre cada punto del borrador y, dijo ayer: "Se sabrá finalmente de qué estamos hablando".

Esta posición de CiU ha sido interpretada en anteriores ocasiones por los demás grupos como un intento de abortar la reforma. Lo reiteró ayer el primer secretario del PSC, José Montilla: "Si no hay acuerdo en ponencia, difícilmente lo habrá en comisión o en el pleno".

Ajustarse a la Constitución

Los socialistas insisten en que el acuerdo es fácil si se atienden las advertencias del Instituto de Estudios Autonómicos (IEA) sobre los puntos del borrador de la reforma que desbordan el marco constitucional.

Montilla advirtió de que es "imprescindible" que la ponencia ajuste el borrador de la reforma a la Constitución y atribuyó las dificultades surgidas para ello a que CiU esconde "bajo enmiendas ambiciosas" un deseo de que fracase la reforma.

En esta misma línea, el presidente Pasqual Maragall intentará convencer hoy a Carod para que los republicanos no apoyen las posiciones maximalistas de CiU y faciliten la incorporación de las advertencias formuladas por el IEA. Carod será recibido en la tarde de hoy por Maragall en el inicio de una nueva serie de entrevistas entre los líderes políticos destinadas a acelerar el ritmo de la reforma.

El acuerdo no es fácil, pues los republicanos acusan a los socialistas de excusarse en la exigencia de constitucionalidad para disimular la presión que el PSOE ejerce sobre él para que limite el alcance de la reforma. Después de que la dirección de ERC analizara ayer el momento en que se halla este proceso, Carod advirtió de que su partido acepta respetar el marco constitucional "pero eso no significa que no puedan reformarse las leyes que están por debajo de la Constitución". A esta entrevista seguirán el jueves otras del consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, que es el responsable gubernamental de impulsar la reforma estatutaria, con el líder de la oposición, Artur Mas (CiU), y el del PP de Cataluña, Josep Piqué.

Maragall recibirá mañana a la Comisión de los 20 que redactó el Estatuto de Autonomía de 1979 en el parador de Sau (Osona).