Un incendio forestal obliga a cortar un carril de la AP-7 en Martorell

Un incendio forestal quemó ayer unas 12 hectáreas de matojos y obligó a cortar un carril de la autopista AP-7 a la altura de Martorell (Baix Llobregat), en dirección a Barcelona, durante cinco horas y media. El fuego se originó a las dos de la tarde en una zona boscosa próxima a los márgenes de la autopista y en las labores de extinción trabajaron 40 vehículos de los bomberos. En Terrassa (Vallès Occidental) los bomberos también se vieron obligados a actuar para controlar un incendio originado cerca de la carretera de Rellinars que quemó cuatro hectáreas de terreno. El riesgo de incendio forestal era ayer muy alto en 12 comarcas catalanas: Vallès Occidental, Anoia, Bages, Alt Penedès, Alt Camp, Baix Camp, Priorat, Ribera d'Ebre, Solsonès, Noguera, Les Garrigues y Segrià, según los datos de la Dirección General del Medio Natural de la Generalitat. En la mayoría de las comarcas restantes el riesgo de incendio forestal era alto, excepto en las zonas más cercanas al Pirineo.

El fuego de Martorell se inició a las dos de la tarde en el punto kilométrico 170 de la AP-7, cerca del peaje de Martorell. La densa columna de humo, visible desde el núcleo urbano, hizo que los Mossos d'Esquadra decidieran cortar un carril media hora después para facilitar el acceso de los bomberos a la zona en llamas, que no provocó ningún herido ni obligó a desalojar a los vecinos.

En el momento de máximo despliegue, los bomberos utilizaron 35 vehículos terrestres y 11 medios aéreos (un helicóptero de comando, seis bombarderos y cuatro aviones más) para las labores de extinción. Cerca de la zona afectada, en la cima de la montaña por la que se propagaron las llamas, se encuentra el Castell de Rocafort, monumento de la época medieval.

La sequedad del terreno, muy abrupto y montañoso, y la proximidad de la autopista motivaron la participación de una numerosa dotación de los bomberos, que aún así tardaron unas seis horas en controlar el incendio. Las tareas se centraron en rodear el fuego y conseguir que no se propagara. En un extremo, los bomberos realizaron una quema de vegetación controlada para evitar que las llamas se hicieran con más terreno. Paralelamente, remojaron todo el perímetro para asegurar que ninguna chispa prendiera en la vegetación aún intacta, y se concentraron en reducir la intensidad de las llamas con el fin de que el incendio no sobrepasara las líneas marcadas. A las ocho de la tarde el fuego se dio por controlado, si bien las tareas de extinción continuaron durante unas horas.

En Terrassa, el incendio quemó un total de cuatro hectáreas, matorrales y campos de cultivo, según informaron fuentes de los Bomberos de la Generalitat. El fuego se inició a las 14.00 horas en el kilómetro 1 de la carretera de Rellinars (C-122), y en las labores de extinción participaron 14 dotaciones terrestres de los bomberos, que no tuvieron que desalojar a ningún vecino.