PP, PSdeG y BNG tendrán interventores en las 11 mesas del recuento de Pontevedra

PP, PSdeG y BNG tendrán interventores en cada una de las 11 mesas electorales que escrutarán el voto de los emigrantes en Pontevedra, según fue acordado ayer en una reunión de la Junta Electoral Provincial con representantes de los tres partidos. Nadie cuestiona la limpieza de las reglas que regirán el próximo lunes el recuento de los sufragios del extranjero, que podrían alterar el actual resultado de las elecciones gallegas. Correos había entregado hasta ayer 122.457 sobres con votos del CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes); la última entrega será el lunes a las 8.00.

En Pontevedra el PP alienta esperanzas de arrebatar un escaño al PSdeG y renovar así su quinta mayoría absoluta en el Parlamento de Galicia. Socialistas y nacionalistas consideran esa posibilidad "altamente improbable".

En la Audiencia Provincial de Pontevedra (sede de la Junta Electoral pontevedresa), custodiadas en una dependencia que se mantiene en secreto, había ayer 35.124 papeletas del CERA. El foco de atención está en esta Junta Electoral por las expectativas populares de renovar su mayoría absoluta. Pero también en Ourense, donde han sido entregados ya 25.041 sufragios, los socialistas podrían arrebatarle un escaño al PP si consiguen en el recuento del lunes un resultado análogo al que obtenga el PP.

No se han adoptado medidas especiales de control para este escrutinio con respecto a otros anteriores. En una sala de la Audiencia de Pontevedra habrá 11 mesas, cada una con interventores de cada uno de los partidos que obtuvieron representación parlamentaria el domingo (PP, PSdeG y BNG). Un apoderado de cada partido podrá entrar de vez en cuando en la sala, pero no quedarse. Los asesores jurídicos -el PP ha destacado, entre otros, a Federico Trillo- deberán permanecer en el exterior.

Los representantes de los tres partidos que participaron en la reunión con la Junta Electoral Provincial coincidieron en plantear que se extremen precauciones para que el escrutinio sea limpio y transparente. Ayer no tenían ningún motivo para dudarlo. "Consideramos que hay garantías más que suficientes. El campo de actuación de la Junta Electoral y de los funcionarios que ayudarán a realizar el escrutinio está también perfectamente delimitado", opinó Ricardo Varela, del PSdeG. En términos similares se pronunciaron los representantes del PP, Avelino Jorge Iglesias, y del BNG, Ana Peralba, para quienes "no habrá ninguna pega" en el recuento.

El presidente de la Junta Electoral, Antonio Berengüa, expresó su satisfacción por el grado de colaboración que encontró en los partidos. "Sin renunciar a sus derechos, que lógicamente los van a ejercitar, se mostraron colaboradores, como era de esperar, para trabajar con nosotros, que somos los que vamos a controlar las cosas", dijo. El escrutinio comenzará el lunes a las ocho de la mañana, tras la recepción de las últimas papeletas.

Sobre cada una de las 11 mesas electorales habrá una urna y un lector óptico. En torno a ellas se dispondrán los interventores. Treinta y un funcionarios judiciales han sido destacados para revisar la documentación censal que determine, una vez abiertos los sobres, la validez del voto; en caso afirmativo, la papeleta se introducirá en la urna. Esta fase será agilizada con una máquina que abre 300 sobres cada vez. Sólo se facilitarán los resultados definitivos, cuando finalice el recuento.

En la Junta Electoral de Pontevedra fueron entregados ayer 1.059 sobres, 411 procedentes de Venezuela. Hasta el momento, se han entregado en las cuatro juntas electorales provinciales sufragios procedentes de 68 países; el mayor número corresponde a Argentina (54.037), seguido de Uruguay (14.432), Suiza (12.604) y Venezuela (11.779). A éstos habrá que sumar los sufragios depositados en embajadas y consulados, que son una minoría.