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Reportaje:

Gnomos en el museo

El MNAC dedica una exposición a los dibujos para 'Liliana' de Apel.les Mestres

Había una vez un hombre que le suplicó a un roble que le diera una de sus ramas para construir un hacha con la que poder trabajar. El inocente árbol se conmovió, pero el hombre, mostrando su natural violento, lo primero que hizo con el hacha fue cortar el noble roble. Los otros árboles se asustaron y subieron a lo más alto del monte, lejos de los humanos, creando así el primer bosque. Tres gnomos -Flok, Mik y Puk- que no habían sucumbido como sus hermanos a la avaricia de los diamantes recién descubiertos en la zona, cuidaban de que los humanos no volvieran a romper el delicado equilibrio de la selva. Hasta que un día el amor, siempre egoísta, vino a separarlos... Flok había descubierto en un estanque a una bella mujer-flor de nombre Liliana y los tres amigos compitieron para ganar sus favores olvidándose de su labor y de su amistad. Hasta que ella abandonó el bosque en brazos del rey de los elfos, que se la llevó volando a un valle lejano. La tristeza invadió para siempre a los tres gnomos, pero de nuevo unidos consiguieron frenar el avance de un cazador que pretendía perturbar la paz del bosque...

El poema, en el que hay una exaltación de la naturaleza, se publicó por primera vez en 1907

Érase una vez un museo que guardaba en sus fondos el legado de un escritor y dibujante famoso pero desconocido. Un día, aprovechando el Año del Libro y la Lectura, sus responsables decidieron desempolvar una parte de sus dibujos, los referentes a Liliana, y montaron una exposición que recuperaba la parte visual de un poema mágico y hermoso que por desgracia resulta muy difícil, si no imposible, de encontrar en ediciones modernas. La exposición, que cuenta con un amplio catálogo con textos de análisis y la reproducción de los dibujos, se resiente de la falta de información sobre la historia que estos ilustran.

El museo del cuento es el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), que atesora en su gabinete de dibujos y grabados más de 2.000 dibujos de Apel.les Mestres (Barcelona, 1854-1936), un personaje extraño y polifacético que fue escritor, dibujante, autor teatral, compositor de canciones populares y poeta. El año pasado se cumplió el 150º aniversario de su nacimiento, pero poco se hizo para recordar la figura de este personaje que tenía pasión por la naturaleza -consideraba la jardinería un arte y creó nuevas especies de hortensias- y, parece ser, sentía una gran desconfianza en la naturaleza humana. De tendencia depresiva, durante 15 años permaneció recluido en su casa del pasaje Permanyer de Barcelona y cuentan que salió de su voluntario enclaustramiento un día de julio de 1908 cuando el pintor Ramon Casas -los modernistas lo consideraban un precursor- fue a buscarle para dar un paseo con su flamante automóvil.

"Mestres lo hizo todo y lo hizo bien", afirma Cecilia Vidal, comisaria de la exposición y responsable del departamento de dibujos del MNAC. "Su religión eran el arte, la belleza y la naturaleza y en cierta manera Liliana es una proclama ecologista avant la lettre. En el poema, que reúne muchos de los temas centrales de su obra, combina la tradición nórdica con la catalana, y en concordancia con su visión del mundo el hombre es el peor ser de la creación porque destruye la naturaleza y está dominado por las pasiones".

La exposición reúne 72 dibujos originales a pluma, en una estética a caballo entre el esteticismo romántico y el modernismo incipiente, que ilustraron la edición original del libro -faltan siete que se encuentran en colecciones particulares- y se completa con ocho dibujos de los figurines que realizó el mismo Mestres para la adaptación teatral de la obra que se estrenó en 1911 y que pertenecen al Instituto del Teatro. Algunos de estos figurines se utilizaron posteriormente para otra obra del artista, La viola d'Or. La exhibición, abierta hasta el 28 de agosto, se completa con cartas, fotografías, ediciones originales de la obra y otra documentación entre la que figura la partitura original de Enric Granados para la versión teatral. En 2001, el Espai Brossa recuperó 90 años después la versión escénica de Liliana y tal vez esta exposición, la tercera en la historia que se ha hecho de los dibujos de Liliana tras la de 1908 y 1934, impulse la reedición de este poema del que hasta la fecha sólo hay tres ediciones de 1907, 1948 y 1989. La belleza de las ilustraciones y la magia del poema lo merecen.

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