Masonas emancipadas

"Nos hemos independizado de Francia". Paquita Valenzuela asegura que a las masonas, hasta ahora tuteladas, les ha llegado el momento de volar solas. Sus ojos reflejan orgullo. Acaba de ser nombrada gran maestra de la Gran Logia Femenina de España, que agrupa a las dos logias de mujeres de Barcelona y a la de Girona.

La gran maestra francesa Marie-François Blanchet transmitió el pasado 4 de junio a sus colegas del otro lado de los Pirineos la patente masónica, reconocimiento o autorización preceptiva para trabajar como gran logia. Lo hizo en una ceremonia celebrada en Barcelona. Las masonas afincadas en Cataluña llevaban siete años esperando y preparando este traspaso de poderes. En Francia, la gran logia femenina es la primera obediencia femenina en el mundo que engloba a más de 11.000 mujeres. En España son muchas menos.

"Hay logias masculinas, femeninas y mixtas, cada uno elige donde se encuentra mejor"

"Hemos elegido en el camino iniciático trabajar sólo entre mujeres ya que pensamos que en nuestra contemporaneidad tiene pleno sentido una masonería femenina. La mujer masona está llamada a seguir modificando las estructuras existentes en bien de la humanidad", aseguran estas mujeres en la presentación que tienen en su página de Internet, www.glfe.info.

Valenzuela es masona desde hace 18 años, cuando ingresó en una logia barcelonesa. Hasta ahora, estas agrupaciones femeninas dependían de la Gran Logia de Francia, que supervisaba sus actividades. Algunas de las responsables españolas subrayaban hace unos días la satisfacción que supone para ellas esta independencia: aseguran que disponen de la madurez suficiente. La masonería reclama la libertad, la igualdad, la tolerancia y la laicidad, así como la ciudadanía, como principales divisas de su ideario.

El año pasado se celebró el 25º aniversario de la legalización, en Madrid, de la masonería española, proscrita y perseguida bajo el franquismo. "Es un tema que viene coleando desde hace casi 20 años. La masonería femenina ha estado presente desde la muerte de Franco. No eran muchas, pero estaban algo divididas", afirma el historiador José Antonio Ferrer Benimeli. Según el historiador, el grupo de masonas madrileñas preferió desligarse del proyecto. "Desde que comenzamos en 1984 se han iniciado unas 300 mujeres en Cataluña, algunas se han trasladado a una logia mixta y otras lo han dejado", explica Rosa Tur, miembro de una logia catalana. Tur subraya que desde finales del XVIII existen mujeres en la masonería de adopción en Francia.

"Nuestra particularidad es que somos una gran logia femenina y esto es la primera vez que ocurre en España", explica la canciller del grupo, que prefiere no revelar su nombre. "Lo mismo que hicieron nuestras hermanas francesas lo haremos nosotras ahora con nuestras hermanas españolas", agrega Valenzuela, para quien las logias son agrupaciones en las que es difícil entrar pero muy fácil salir.

Los planes de la gran logia son abrir centros en Madrid y Gijón. De momento, las logias femeninas existentes en Cataluña agrupan a unas 70 mujeres asociadas, que se reúnen dos veces al mes para practicar los rituales masones. "Nosotras hemos tenido que ir muy poco a poco, explicando muy bien la famosa frase: la masonería no es una secta. Ha habido una tergiversación de estos hechos que ha provocado que todo vaya muy lento. En la masonería, para cualquier cosa que tú quieras hacer, debes contar con el grupo", afirma Amalia Marín, gran secretaria. Ferrer Benimeli calcula que en España debe de haber alrededor de 3.000 masones, "teniendo en cuenta que ha sido una asociación machacada".

Constituidas como gran logia, estas mujeres están dispuestas a cierto aperturismo: tienen página web y correo electrónico, de forma que cualquier interesada puede acercarse a ellas. "Como gran logia también nos plantearemos desde qué punto de vista podemos aportar ayuda y en qué campo social la podemos ofrecer", subraya Marín.

"La masonería es hoy todavía un tema tabú, y no sólo por los 40 años de franquismo y persecución. En cambio, en otros países tiene prestigio y está normalizada", tercia la canciller, que destaca la variedad de pensamiento en la escuela masónica. "Hay logias masculinas, femeninas y mixtas, cada uno elige dónde se encuentra mejor. Yo me encuentro bien en una femenina", afirma Valenzuela. Ella y sus compañeras defienden la existencia de las logias femeninas: "Nuestra aportación pasa por el cultivo de nosotras mismas y por trasladarlo a la sociedad", explica la canciller.

Ascensión Tejerina es gran maestra de la Gran Logia Simbólica, una organización mixta. Ella apoya la constitución de logias femeninas, pero explica: "En mi caso, opté por una mixta porque creo que el trabajo de construcción del individuo y colectivo tiene que ser en igualdad de sexos. La masonería dice que no tiene que haber distinciones entre el hombre y la mujer". Tejerina asegura que la masonería es un fenómeno muy complejo que en los últimos 10 años ha hecho un gran esfuerzo de aperturismo. ¿Y los rituales? Valenzuela dice que no se pueden explicar los detalles de estos encuentros. "Son escuelas de conocimiento y de iniciación", concluye.