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Reportaje:

Una playa para comenzar

Una asociación de cinco mujeres crea una ludoteca en Cádiz para formar a los niños en valores

No tienen sede. Alicia, Sonia, Vanesa, Milagros y Claudia no han encontrado todavía un lugar donde desarrollar los proyectos que han ideado para su recién creada asociación sociocultural. Han pensado en una ludoteca, en la que acoger a niños para formarles en valores como el respeto o la solidaridad. También han diseñado muchas actividades para que la educación que quieren transmitir resulte divertida. Pero, de momento, sus planes siguen sin un escenario fijo. Al menos, tienen donde comenzar. El Ayuntamiento de Cádiz acaba de ofrecerles organizar los talleres y juegos de la playa de la Caleta, en el casco antiguo durante todo el verano. Es su primer contrato. Es su particular sede para comenzar.

Alicia Martín es pedagoga. Sonia Cea estudió Magisterio en la especialidad de Audición y Lenguaje. Vanesa Díaz tiene el mismo título pero en Educación Especial. Milagros García es técnico superior en animación y Claudia Sanz, técnico infantil. Las cinco se conocieron durante unos cursos de formación organizados por el Consistorio gaditano. Era el proyecto Génesis, que pretendía, precisamente, favorecer el surgimiento de ideas como la que ellas finalmente decidieron emprender, la creación de su asociación, a la que han denominado Siembra.

Como cada una de las cinco es especialista en una materia, se han repartido las labores. Pero el objetivo es común. "Queremos ayudar a los padres. Crear un lugar donde puedan venir los niños por las tardes y ayudarles a aprender, mediante juegos y actividades, nociones básicas como el respeto, la solidaridad, la generosidad", explica Alicia Martín. Un proyecto que se podría consolidar en la ludoteca que pretenden crear en alguna zona de Cádiz. Pero seis meses después de haber empezado su labor, no han encontrado un sitio donde ubicarla. "Hemos ido a las administraciones, a los colegios pidiendo aulas vacías pero nada".

Mientras la búsqueda continúa, no han parado. El Ayuntamiento buscaba asociaciones que trabajaran este verano para organizar las actividades lúdicas en las playas. Presentaron un proyecto y la concejalía de Juventud se lo aprobó. A partir del 2 de julio, en una carpa montada para ellas en La Caleta, acogerán a niños veraneantes a los que les ofrecerán como alternativa al sol y la arena varios talleres, meriendas y bailes.

Las jóvenes asociadas han previsto una actividad multicultural. Con sus propias manos, los niños participantes crearán sus disfraces y encarnarán, durante un tiempo, a los habitantes de otras civilizaciones. Aprenderán sus danzas y sus costumbres. También han diseñado una experiencia con la que los pequeños aprenderán a construirse sus propios juguetes con materiales reciclados. Y habrá nociones de globoflexia para demostrar que un globo es capaz de adquirir multitud de formas.

En la playa y aprovechando el entorno, los niños descubrirán también cómo cuidar el medio ambiente de modo divertido. Y conocerán el porqué de las mareas, las características de las rocas, las claves de los seres vivos que les rodean. En otro taller, sabrán hacerse sus propios adornos y tatuajes.

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Muchas de las actividades las pondrán en práctica en la arena de La Caleta. Y detrás de cada una de ellas hay un intento de que recuperar ciertos valores. "Los niños han perdido, en general, el respeto. Es algo muy preocupante", señala Claudia Sanz. Piensan que la mejor forma de devolver las formas correctas es una asimilación lúdica. "Si durante un juego, los niños tienen que compartir las cosas, puede que se les quede ese sentimiento de generosidad. Si se les enseña a prestar, a comprender las diferencias culturales, a trabajar en grupo, lo llevan a su vida cotidiana", asegura Vanesa Díaz.

Las actividades programadas buscan fomentar la tolerancia, la paz, la igualdad de género, la solidaridad, la integración y la cooperación. Y hacerlo desde la edad más temprana. La asociación Siembra busca también otros logros. Entre los participantes, quieren integrar a pequeños discapacitados, aprovechando que Vanesa Díaz tiene la especialidad en Educación Especial.

Cuando acabe el contrato en la playa, deberán emprender, de nuevo, la búsqueda de su sede física. El lugar donde comenzaron a hacer realidad su proyecto.

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