El AVE circulará a 250 kilómetros por hora de Madrid a Tarragona
Fomento mantiene que la alta velocidad llegará a Barcelona en el año 2007
Fomento mantiene el compromiso de que el AVE llegue a Tarragona a finales de 2006 y a Barcelona un año más tarde. El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Antonio González, aseguró ayer que el tramo de la línea de alta velocidad entre Lleida y Tarragona entrará en servicio a finales del próximo año y que los trenes podrán circular a más de 250 kilómetros por hora.
En este momento, los trenes AVE que desde octubre de 2003 realizan viajes comerciales entre Madrid y Lleida no pueden sobrepasar los 200 kilómetros por hora por razones de seguridad y, según la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, por incompetencia del anterior Gobierno, del PP, que diseñó un sistema de señalización y detección de objetos en la vía que no funcionaba correctamente. La ministra dijo hace unos días que a finales de verano podrán alcanzar los 250 kilómetros por hora y el próximo año los 300 porque el sistema se ha sustituido por una tecnología alternativa y las últimas pruebas realizadas en este corredor con convoyes sin pasajeros han sido satisfactorias.
González dijo que se está comprobando que los equipos de vía y los instalados en los trenes sean homogéneos, estén sincronizados y funcionen correctamente. "Una vez concluida esta fase", añadió, "los trenes podrán circular a 250 kilómetros por hora entre Madrid y Lleida, y no tiene que haber ninguna restricción para que lo puedan hacer en el siguiente tramo que entre en servicio".
El presidente del ADIF declaró que Fomento ha abierto un expediente para determinar si cabe reclamar responsabilidades a las constructoras por las deficiencias descubiertas por una auditoría en las obras de la línea del AVE, cuya corrección ha representado un coste adicional de 74 millones de euros. En esta cantidad no está incluido el sobrecoste de 70,6 millones de euros que ha significado reforzar y revestir más de tres kilómetros de túnel, en los términos municipales de Montblanc y La Riba, afectados por graves alteraciones del terreno y abombamientos del suelo de casi un metro de altura debido a la existencia de materiales altamente expansivos. González y otros responsables del ADIF visitaron ayer las obras que desde hace un año se están realizando en los túneles de Camp Magré, Lilla y Puig Cabrer para resolver el problema de la presión ejercida por el macizo rocoso.
La plataforma ferroviaria entre Lleida y Roda de Barà está casi acabada. Sólo falta instalar las vías y la catenaria en un tramo de 10 kilómetros (entre L'Espluga de Francolí y la salida del túnel de Lilla). En Roda de Barà se construye un intercambiador de ejes que sustituirá al que ahora está situado en las afueras de Lleida.
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