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Crítica:Seat León
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Calidad y deportividad con sentido práctico

El nuevo León es probablemente el modelo más ambicioso que ha lanzado Seat hasta ahora. Tiene una línea impecable con mucha personalidad, un interior muy cuidado y una calidad mecánica contrastada, con motores del grupo VW y un comportamiento eficaz y seguro. Reúne todos los ingredientes para convertirse en uno de los familiares compactos de referencia en Europa y acaba de salir a la venta con unos precios a partir de 16.290 euros (1.6 de 102 CV).

Icono del cambio

Aunque tanto el Altea como el nuevo Toledo muestran ya el cambio de estrategia que está afrontando Seat tras integrarse en Audi, su planteamiento funcional y familiar no refleja bien la nueva imagen. Ha habido que esperar a la carrocería del León para que los hechos confirmen que las aspiraciones deportivas de la marca española son una realidad.

El nuevo León es un coche compacto y polivalente que se sitúa entre el Golf y el Audi A3, con quienes comparte casi toda la mecánica. No es tan alto y voluminoso como el primero, ni tan elegante y elitista como el segundo, pero aporta una línea estilizada que resalta su carácter deportivo y entra por los ojos al instante. La carrocería se basa en el prototipo Salsa y destaca por su perfil afilado y aerodinámico, que parte del parachoques delantero y recorre todo el lateral integrando la zaga con unas formas abombadas y musculosas. Las tomas de aire del frontal, los faros multifocales y la inclinación del parabrisas definen su carácter. Y la vista lateral, con los picaportes de las puertas traseras integrados en las ventanillas y las aletas marcadas, hacen que parezca un cupé. El resultado es un coche con estilo propio que se distingue de cualquier modelo de su tamaño.

La fuerza estética del León se confirma después con un diseño interior muy cuidado que no sacrifica la habitabilidad. Y como ha crecido 13 centímetros en longitud (4,31 metros), incluye cinco buenas plazas y un maletero correcto (341 litros). Destaca el estilo deportivo de los detalles: volante, instrumentación, tapicerías... Y la calidad de acabados, con plásticos y materiales vistosos.

Cuatro motores y cuatro acabados

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La gama León contará de momento con cuatro motores: 1.6 y 2.0 FSi (102 y 150 CV), en gasolina, y 1.9 y 2.0 TDi (105 y 140 CV), en gasóleo. El primero y el tercero llevan cambio manual de cinco marchas, y los otros dos, de seis. Además, el 2.0 FSi se ofrece con un Tiptronic opcional, y el 2.0 TDi, con el DSG o secuencial. Los precios son competitivos: desde 16.290 euros en la versión básica hasta 23.622 en la superior. En octubre llegará un 2.0 turbo FSi de 185 CV, y a principios de 2006, las versiones FR, con un 2.0 TDi de 170 CV y un 2.0 TFSi de gasolina con más de 200 CV.

La oferta incluye cuatro acabados: Reference, Sport, Stylance y Sport-up. Todos vienen de serie con seis airbags, ABS, control de presión de ruedas, aire acondicionado y radio-CD; el Sport añade ordenador de viaje, suspensiones más firmes y otros detalles deportivos; el Stylance suma climatizador y ESP, y el Sport-up cuenta con llantas de 17 pulgadas y un acabado interior específico.

La línea depurada del nuevo León combina elegancia y deportividad. Los picaportes de las puertas traseras van camuflados y acercan su imagen a la de los cupés.
La línea depurada del nuevo León combina elegancia y deportividad. Los picaportes de las puertas traseras van camuflados y acercan su imagen a la de los cupés.

TRES SOMBREROS PARA UN MISMO COCHE

CON LA LLEGADA del León, Seat completa su tríada de modelos compactos y, sobre todo, muestra el ADN estético y dinámico que utilizará en el futuro. El Toledo (izquierda), el Altea (derecha) y el León son un mismo coche vestido con tres carrocerías diferentes. Comparten la base mecánica (chasis, cambio, suspensiones...), que es la misma también de los Golf, Audi A3... Sin embargo, se visten con trajes diferentes que definen su personalidad para adaptarse a las necesidades de un mayor número de clientes.

El Toledo es la interpretación moderna de las berlinas clásicas de cuatro puertas con maletero separado, y aporta un portón trasero bien camuflado que refuerza su sentido práctico. El Altea, en cambio, es una interpretación estilizada de los monovolúmenes compactos, y ofrece un interior con las plazas traseras regulables en longitud manteniendo el comportamiento dinámico de los turismos. Y el León es un familiar compacto con alma de GTi. Pero los tres aportan un estilo deportivo que les distinguen de la competencia.

CULTO AL ESPÍRITU DEPORTIVO

LA DEPORTIVIDAD del nuevo León no se limita sólo al diseño de la carrocería, en la que destaca la fuerza del frontal, el diseño estilizado del lateral, el techo descendente y las formas abombadas de la zaga, con mucha chapa y poco cristal. La marca española ha trabajado también a fondo los detalles interiores para crear un ambiente acorde con la imagen externa. Así, la deportividad se aprecia también en elementos como el volante -grueso y con un diseño anatómico muy logrado-, el pomo del cambio, los pedales, la instrumentación, tapicerías... Y se han diseñado unos asientos específicos que sujetan bien manteniendo el confort.

Sin embargo, lo más destacable en la deportividad del León es su comportamiento dinámico, que le sitúa a priori entre los coches más eficaces y mejor resueltos de su categoría. Aunque tanto el chasis como las suspensiones, cambios y motores proceden de VW, la marca catalana ha desarrollado soluciones específicas para resaltar la agilidad y eficacia en busca del máximo agrado en la conducción.

Así, el tacto de la dirección, el accionamiento del cambio y, sobre todo, los reglajes de las suspensiones y lo que afecta al dinamismo han recibido una atención específica que refuerza la personalidad del León. Lo más importante es que se reflejan en la conducción y sitúan al modelo español entre las referencias para superarse. Sorprende con unas reacciones inmediatas al volante y un tacto muy preciso en todos los mandos. Y destaca por su agilidad sobresaliente en las curvas, el equilibrio de los frenos y el buen funcionamiento de los sistemas de seguridad. Estas virtudes permiten disfrutar su calidad de conducción y sus cualidades sin asumir riesgos.

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