Desaire deportivo de Eriksson
Sven-Göran Eriksson, el sueco que dirige la selección británica de fútbol, parece destinado, pese a su apariencia retraída y silenciosa, a estar siempre en el centro de la atención mediática. Esta vez el motivo no es asunto de "faldas", sino lo que algunos medios consideraron un desaire al rey de Suecia, Carlos Gustavo. Svennis había sido elegido entre las personas que anualmente reciben una medalla de oro por su contribución positiva en diversas disciplinas, el fútbol internacional en este caso, que indirectamente redunda en la buena imagen del país. Pero en vez de hacerse presente en la cita en la que debía recibir el galardón, Eriksson prefirió ir de de vacaciones a Suráfrica con sus hijos. Como era de esperar, el "desaire" no fue del agrado de la familia real, que según "algunas fuentes no identificadas" próximas a ella habrían calificado de "zopenco" a su famoso compatriota. Oficial y diplomáticamente, sin embargo, Anne-Christine Jernberg, portavoz de la casa real, restó importancia al "incidente" y hasta justificó la actitud afirmando que "también Carlos Gustavo y Silvia habían tenido que cancelar algún compromiso en alguna ocasión por motivos familiares". Según la psicóloga experta en relaciones sociales, consultada por el diario Aftonbladet, que Svennis "haya osado decir no al rey y preferir en cambio estar con su familia, demuestra sus buenas condiciones de líder".-
