Pla: "En el PSPV de Alicante no hay sitio para los contubernios"
García Miralles aplaza su decisión de presidir la gestora a la espera de un acuerdo
Pla no puso destinatario a sus declaraciones, pero era más que evidente que se refería a Ángel Franco, concejal, ex senador y persona que controla la mayoría en la agrupación de Alicante. Los movimientos de Franco y de su entorno para controlar la gestora, manteniendo a García Miralles de figura poco más que decorativa, provocaron las declaraciones del líder de los socialistas valencianos.
Pla fue contudente y especialmente duro en sus declaraciones sobre la crisis alicantina: "Estoy decidido a ganar las elecciones en 2007 y no voy a permitir que estos problemas obstaculicen la victoria en Alicante. Esto no es el PP. Hay una dirección, una cohesión y capacidad para marcar una línea pólítica". Y respecto de cuál puede ser el papel que jugará en el futuro Ángel Franco, afirmó: "Aceptará lo que establezca la dirección del partido".
La decisión de Pla de proponer a Antonio García Miralles como futuro presidente de la gestora no fue recibida con especiales muestras de agrado por parte de los portavoces del sector mayoritario del PSOE en Alicante, De manera muy escueta, Ángel Franco se limitó a decir. "Soy un mero militante de la agrupación local. Son los órganos comarcales y nacionales del partido los que tienen que aportar la solución".
Pero destacados militantes de ese colectivo afín al concejal, que pidieron no ser identificados, fueron más críticos con la intervención de Pla. "Ahora vienen los líderes del partido como los salvadores del socialismo en Alicante".
El sector de Franco, consciente de que ha ganado el pulso al ex secretario general, Juan Antonio Román, respecto a la posición del partido en el polémico plan Rabassa, pugna no sólo por tener la mayoría en la nueva gestora, sino además por que el presidente del nuevo órgano sea un hombre de su plena confianza. Este bando había planteado los nombres del diputados autonómico Antonio Godoy o, en su defecto, Luis Briñas, concejal en el Ayuntamiento de Alicante. Incluso este colectivo no descartaba la posibilidad de que el presidente de la gestora fuese el actual secretario comarcal de L'Alacantí, Jorge Espí.
Espí, sin embargo, mantuvo diversas reuniones con los diferentes sectores de la agrupación local en un intento de lograr el visto bueno para la candidatura de García Miralles y el resto de miembros de la gestora, cuya cifra ideal es de siete personas.
A la espera de cómo se sustancie la composiicón de la gestora, el candidato de Pla a la presidencia, Antonio García Miralles, ha decidido aplazar su decisión. Desde su entorno se insiste en que no es hombre de cuotas ni de familias y que no tiene el menor intención de entrar en ninguna subasta de nombres para la gestora. La diputada y ex aspirante a la alcaldía de Alicante Carmen Sánchez Brufal vio con buenos ojos la opción de Miralles y apostó por un cambio de "método" en la gestión del partido en Alicante.
Desde los sectores más críticos con Franco y con el papel que éste y los concejales han desempeñado en la aprobación del plan Rabassa se insiste en que "la gestora no debe ser tutelada por el ex senador". Franco "cometió un error en Rabassa que ahora debemos corregir como sea". Militantes sin adscripción a familias del PSOE alicantino consideran que el concejal es "como un entrenador gastado. Lleva muchas temporadas en el banquillo y todavía no ha ganado una competición". Esa visión crítica se extiende a todo el grupo de concejales socialistas: "El próximo candidato a la alcaldía no se encuentra entre ellos. Han cometido un error en Rabassa", insisten. Mientras, Pla habla cada vez más claro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.