Pla quiere otra dirección del PSPV en Alicante antes de las elecciones
El líder socialista apuesta a corto plazo por una gestora operativa con el visto bueno del PSOE
El secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, apostó ayer por la creación de una gestora reducida, de cuatro a seis personas, y operativa que dirija la agrupación local del PSPV en la ciudad de Alicante tras la dimisión de su secretario general, Juan Antonio Román. La dirección federal del PSOE será, en última instancia, la responsable de darle el visto bueno. Pla restó importancia a este episodio: "Hay que enmarcarlo en su justa medida". También aseguró que "si se dan las condiciones", la ciudad podría tener una nueva dirección antes de las elecciones de 2007.
La dimisión del secretario local del PSPV en Alicante, Juan Antonio Román, el pasado sábado, se esperaba en el seno del partido. En Blanquerías (sede socialista en Valencia) se repite una y otra vez que Román, un hombre avalado en su día por Ángel Franco, no ha sido capaz de "concitar los apoyos necesarios" dentro de su propia ejecutiva y que su postura con respecto al plan de Rabassa no ha sido más que el detonante.
El propio secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, reconoció ayer que la situación de Román era insostenible por el "desencuentro" que mantenía con su ejecutiva. Según el dirigente socialista, el secretario de Organización del PSPV, Vicent Sarrià, una vez hecha la ronda de consultas, elevará una propuesta de gestora a la dirección federal, que es la responsable de darle el visto bueno. Los estatutos del PSOE exigen esta intervención cuando se trata de ciudades grandes. En este sentido, Pla apostó por una gestora reducida, de cuatro a seis personas, "un órgano muy operativo", precisó, que dirija la agrupación de la ciudad de Alicante.
Pla insistió, en referencia a la dimisión de Román y a la creación de una gestora, que "hay que enmarcar [este asunto] en su justa medida". El líder de los socialistas valencianos agregó incluso que "si se dan las condiciones" la ciudad de Alicante tendría una nueva dirección antes de las elecciones de 2007.
El contencioso entre Román y el resto de la ejecutiva local, alineada mayoritariamente con Ángel Franco y Blas Bernal, estalló tras la adjudicación del plan de Rabassa -que prevé la construcción de 15.000 viviendas donde el Plan General de Ordenación Urbana prevé 5.000- a un consorcio empresarial liderado por el Grupo Ortiz.
El apoyo del grupo municipal socialista al plan presentado por el PP se produjo en contra de la opinión de Román, que se oponía a un proyecto insostenible para la ciudad. El propio PSOE tomó en un principio cartas en este asunto y conminó a los concejales de Alicante a corregir su posición. Posteriormente, el asunto quedó en manos del PSPV, que anunció que finalmente votará en contra si los populares no aceptan las enmiendas que se presentarán al proyecto.
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