Boadella vuelve a montar 'La torna', la obra que le costó un consejo de guerra
El director de Els Joglars añade escenas nuevas con militares ingresados en un geriátrico
Casi 30 años después de su estreno, de su prohibición y del juicio contra los artistas que la realizaron, regresa La torna (1977), la legendaria obra de Albert Boadella y Els Joglars que desató las iras del estamento militar y significó uno de los episodios más lamentables de la transición. El espectáculo vuelve a ponerlo en pie Boadella, aunque no con su compañía, sino con alumnos del Instituto del Teatre de Barcelona. El montaje, con el título de La torna de la torna, se podrá ver en Reus el 25 de junio para estrenarse el 1 de septiembre en el barcelonés teatro Romea. A continuación hará una larga gira por toda España. Boadella contextualiza la pieza a través de unos viejos militares en un geriátrico.
Boadella explicó al presentar el espectáculo que coloca a esos viejos militares, "los mismos implicados en el caso", a los que en sueños se les aparecen escenas de La torna, para mostrar al público de hoy cómo eran los uniformados de entonces, tan diferentes de los de ahora, que, opinó, "hacen de hermanitas de la caridad en Afganistán y Kosovo". El espectáculo, pues, señaló, conserva las escenas "míticas" de La torna, que "están todas", pero no es exactamente lo mismo, sino que se le añaden alrededor otras situaciones para contextualizar, en la consideración de que "mucha gente que verá el espectáculo no había nacido en época de Franco o eran muy pequeños".
Boadella, en todo caso, opina que la obra, "una sátira feroz", no ha perdido un ápice de su causticidad, y al público, dijo, le sorprenderán escenas como la del gallinero con guardias civiles, que incluso a él mismo, aun ahora, señaló, le hacen pensar: "¡Qué animal eras, Albert!".
Boadella recordó que el título de La torna -en catalán, lo que se añade a una mercancía cuando no llega exactamente al peso solicitado- aludía a la ejecución complementaria, a garrote vil, de un delincuente común en 1974 para devaluar la de Puig Antich, que se perpetró al mismo tiempo, y restarle cariz político.
Las nuevas revelaciones sobre ese infeliz protagonista de La torna, Heinz Chez, en realidad el ciudadano alemán occidental Georg Welxel, confirman para Boadella que el espectáculo no es algo arqueológico, sino de la máxima vigencia. "Esa nueva información sobre su verdadera identidad es trascendental y reafirma la dimensión de crimen de Estado", dijo el director. "Yo no entendía la ferocidad con que actuaron contra nosotros, y ahora lo entiendo: no tenían ningún interés en que se reabriera el caso y pensaban que nosotros sabíamos algo". Para Boadella, que se hubiera dado a conocer que el reo era en realidad ciudadano de un país aliado y con familia hubiera podido significar una crisis política internacional para el franquismo.
El director dijo que no ha aprovechado el nuevo montaje de la obra, resultado de un taller del Instituto del Teatro de Barcelona, para pasar factura a los sectores progresistas antifranquistas que criticaron su actitud respecto a La torna y el consejo de guerra contra Els Joglars.
Tampoco será La torna de la torna una crítica de la transición, "aunque se verá a los viejos militares enfadados con la situación actual".
El director no cree que el nuevo montaje, coproducción del teatro Romea (Focus), Els Joglars y el Instituto del Teatro, provoque polémica, "aunque siempre hay gente dispuesta a escandalizarse conmigo". La escena de los militares borrachos en la deliberación del consejo de guerra "quizá moleste a alguno que no haya cambiado de mentalidad desde don Pelayo".
Boadella, que fue a la cárcel por su montaje -y se escapó-, afirmó tajantemente: "Yo rompí el pacto de la transición con La torna, se había consensuado el 'aquí no pasa nada' y unos simples comediantes hicieron cabrear a los militares y pusieron en situación muy difícil al Gobierno de Suárez". Y deploró: "Los partidos políticos estuvieron missing, nos dejaron solos, hicieron ver que no existíamos".
Boadella garantizó que pese a surgir de un taller académico -dirigido por él-, La torna de la torna será un espectáculo de absoluta solvencia profesional y "aunque no sea de Els Joglars, llevará la marca de la casa". El director ha añadido dos actores profesionales al grupo de estudiantes.
La torna de la torna se presentará del 9 al 12 de junio en el Instituto del Teatro como taller de la escuela de arte dramático. Luego se verá en el teatro Bartrina de Reus el 25 de junio y el 1 de septiembre abrirá la temporada del Romea.
En 1977, La torna hizo 40 representaciones. En el Bartrina se dio la última función. "El capitán general de Cataluña llamó para prohibirnos actuar", rememoró; "pero yo le dije que por teléfono no podía estar seguro de que fuera él en realidad y no, por ejemplo, el Papa de Roma. A las 48 horas lo supe perfectamente".
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