Rafael Martínez, heredero de Blume
El madrileño es el primer español que gana el concurso general desde 1957
Rafael Martínez ya es oficialmente el sucesor del gran Joaquín Blume. Tras amenazar el trono del mítico gimnasta español en los Campeonatos de Europa de 2004 colgándose la medalla de plata en el concurso general, el madrileño logró ayer el oro en esta prueba, la más difícil de la gimnasia, la que mide al mejor gimnasta del momento en los seis aparatos.
La gimnasia española se ha acostumbrado a las medallas en los Europeos, los Mundiales e incluso en los Juegos Olímpicos desde mediados de los 90 tanto en hombres como en mujeres. Pero esos triunfos, que llevan los nombres de Jesús Carballo, Gervasio Deferr, Elena Gómez o Patricia Moreno, han sido de especialistas en las pruebas por aparatos.
Ésa es la gran diferencia de la victoria de Martínez ayer en Debrecen (Hungría), donde hoy terminan los Europeos con las pruebas por aparatos. Es el triunfo de un gimnasta completo. Han tenido que pasar 48 años para que un gimnasta español repita la gesta de Blume en 1957, aunque en circunstancias muy distintas.
El mundo de la gimnasia ha cambiado radicalmente desde entonces. Hoy es un deporte de especialistas y ya no está dominado de forma absoluta por los atletas de la antigua Europa del Este. A pesar de ello, el triunfo de Martínez es inapelable y demuestra la buena salud de la gimnasia española, uno de los deportes que mejor funcionaron en los Juegos de Atenas, incluso aunque éste se haya producido en un año postolímpico, que suelen ser los más flojos del ciclo.
También demuestra el carácter de Martínez, que, a pesar de su juventud -tiene 21 años en un deporte en el que se alcanza la plenitud a los 25- superó el mal comienzo de la competición al fallar en salto, uno de sus mejores aparatos. Pero, en vez de venirse abajo, mejoró prueba a prueba hasta llegar a la última, la barra fija. El listón estaba muy alto. Ya habían salido todos sus competidores, rumanos, bielorrusos y rusos, y sabía que tenía que superar el 9,600 para hacerse con el oro, relató el seleccionador español, Álvaro Montesinos, desde la ciudad húngara. "Lo ha tenido muy difícil porque ha sido una competición con mucha tensión", explicó.
Ahí es donde Martínez, que empezó a entrenarse casi por casualidad cuando tenía seis años y se proclamó campéon de España con 13, demostró no sólo que es un talento, como dicen sus entrenadores, sino que además tiene la cabeza de los campeones: sabe mantener la calma en los momentos de máxima tensión. Superó en más de dos décimas la nota obtenida el día anterior en las preliminares y se hizo con el oro ante el rumano Razvan Selariu y el bielorruso Denis Savenkov.
"Ha sido una competición muy tensa porque los tres primeros puestos han cambiado todo el tiempo. Después del salto, mi cuarto aparato, lo daba todo por perdido, pero ahí estaba Fernando [Siscar, su entrenador personal] para convencerme de que podía ganar", dijo Martínez. Ya lo anunció el año pasado cuando logró la plata: "Esto es sólo el principio". Ayer lo demostró logrando el primer triunfo absoluto de la gimnasia española.
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