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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Estudiantes cae destrozado a triples

El Madrid se adelanta en las semifinales de la Liga ACB con más canastas de tres que de dos puntos

José Marcos

Apelando a la heroica, a la intensidad física y al orden táctico de principio a fin, el Madrid avasalló de lo lindo a Estudiantes en su primer partido de las semifinalesde la Liga ACB, el séptimo del año.

Con muchos obreros y menos artesanos, la intensidad de la que se nutren los equipos de Boza Maljkovic volvió a manifestarse letal en un duelo en el que el subcampeón de la Liga nunca fue por delante. Para empezar, porque Estudiantes se hizo el harakiri concediéndole la iniciativa a Bullock. Un error monumental si enfrente merodea un tipo tan rápido como habilidoso y demoledor en los cuerpo a cuerpo.

Cuando los colegiales tocaron a rebato, poco antes del descanso, el norteamericano llevaba 13 puntos. Le seguía con 9 Sonko, el fiel escudero que cuando todo va mal soluciona la papeleta. Hasta da igual que el Madrid adolezca de un base puro: Hamilton está demostrando que es algo más que un sparring para los entrenamientos y sus relevos en la posición -Bullock y Sonko ya ejercieron de administradores del balón en sus tiempos en el Unicaja- han relegado a Bennett al olvido.

REAL MADRID 81 - A. ESTUDIANTES 64

Real Madrid: Sonko (11), Bullock (18), Hamilton (10), Fotsis (9), Reyes (3) -cinco inicial-; Hervelle (5), Gelàbale (9), Bueno (4), Larrañaga (12) y Aspe (0).

Adecco Estudiantes: Sergio Rodríguez (4), Jasen (8), Jiménez (11), Iturbe (5), Garcés (10) -cinco inicial-; Patterson (7), Vidaurreta (5), Azofra (2), Miso (2), Loncar (2) y Suárez (8).

Arbitros: Ramos, Pérez y Llamazares. Eliminaron por personales a Gelàbale (m. 33).

11.000 espectadores en el Palacio de Vistalegre.

1º CUARTO: 21-13

2º CUARTO: 22-20

3º CUARTO: 21-18

4º CUARTO: 17-13

Enfrente, Sergio Rodríguez demostraba que sus dotes como base son innatas, que nació para el puesto. Aunque chocara contra un muro. Su simbiosis con Garcés no pudo con la maquinaria tan bien engrasada por Maljkovic, con sesiones de hidroterapia, en Estepona. Quizás les faltó la resolución de Carlos Jiménez. Carece de un salto excepcional y de una muñeca prodigiosa, pero le avalan su análisis del juego y su facilidad para desenmascarar a sus rivales en el poste bajo. No se supo nada de él, diluido por el rigor defensivo del Madrid.

Los niños malos de Maljkovic no desperdiciaron las pérdidas del balón de los estudiantiles. Así abrieron brecha en el primer cuarto y dinamitaron el encuentro. Además, si a quienes eliminaron al Barça les faltaba malicia en el ataque, sus contertulios de Vistalegre se iban por la tangente. Una tempestad de lanzamientos de tres cayó sobre el perímetro de Estudiantes. Nadie puso remedio a la lluvia de obuses, 15 de 31, con un porcentaje de acierto superior al 48%. Relevante que se cantaran más triples que tiros de dos en el triunfo madridista. Y, cuando la defensa en zona devenía en una formación dos-tres, Gelàbale captaba la atención de los cámaras de televisión con otro de sus mates estratosféricos. Bullock también abría la lata con sus cambios de ritmo y sus entradas a canasta. Mientras tanto, Garcés hacía sus pinitos bajo el aro, siempre agazapado a la caza de algún rebote. Por algo fue el tercer reboteador de la Liga, por eso es el anotador más peligroso de los del Ramiro de Maeztu. Aunque de nada le sirvió rebelarse al destino. Hasta le salió un competidor inesperado. Tiempos pasados fueron mejores, pero en competiciones como la Copa del Rey o formatos como los playoff Felipe Reyes se faja como en sus orígenes.

Mucho tendrá que pelear Estudiantes para superar al Madrid, al que ya eliminó en las fases finales de 2002 y 2004. Puestos a seguir con su particular duelo, el séptimo partido de la temporada entre los dos equipos de Madrid sólo duró un cuarto. De acuerdo a las enseñanzas del viejo lobo serbio de Otacec, los pretorianos de Bozidar Maljkovic ni por asomo concedieron el don de la duda a los malabaristas de Pepu Hernández.

Reyes, de rodillas, pugna por el balón con Jasen e Iturbe.
Reyes, de rodillas, pugna por el balón con Jasen e Iturbe.EFE

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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