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Reportaje:

El Valencia rescata a Kluivert

El ex barcelonista firma que el club lo eche si comete actos de indisciplina

Jordi Quixano

Los Toon Army (hinchas radicales del Newcastle) ya no le cantarán esa canción irónica -dada su afición a salir por las noches- desde las gradas, ya no entonarán su nombre entremezclado con un ritmo tecno. El Valencia ha fichado a Patrick Kluivert (Amsterdam, 1976) por tres temporadas con opción a otra. Si pasa la revisión médica, el próximo jueves, el ex barcelonista se convertirá en ché.

Javier Subirats, el director deportivo del Valencia, es su gran valedor: "Es un jugador con buenas prestaciones que aportará mucho al Valencia". Su carrera, no obstante, ha estado marcada por la irregularidad. Desde que tenía 12 años, cuando entró en la escuela del Ajax, hasta hace un par de semanas, cuando el Newcastle le dio la carta de libertad debido a su bajo rendimiento y su desmesurado salario -91.000 euros a la semana-, Kluivert ha sido capaz de lo mejor y de lo peor. Marcó a los 18 años el gol de la final de la Copa de Europa (Ajax, 1; Milan, 0) y es el máximo goleador de Holanda (40 tantos en 79 partidos). Pero también fue acusado de una violación -resultó inocente- y en 1996 estuvo involucrado en un accidente de tráfico que costó la vida a una persona. Pero el holandés, que militó durante seis temporadas en el Barcelona y que siempre expresó su idea de volver a la Liga española, sobre todo cuando en el pasado invierno se le relacionó con el Fenerbahçe, turco, asegura estar muy motivado ante su nuevo reto profesional: "El Valencia es un club enorme y estoy muy ilusionado".

Y es que Kluivert ya no quiere ser un bad-boy. Así lo refrenda, ante las dudas valencianistas, su propuesta de incluir en el contrato una cláusula un tanto peculiar: el club podrá rescindírselo si comete un acto de indisciplina grave. Kluivert reducirá además de forma considerable sus emolumentos: cobrará 1,2 millones de euros por temporada.

Esta campaña, sin embargo, sí protagonizó un acto de indisciplina. Fue, sin duda, su despedida anticipada de los Magpies. En octubre de 2004, Craig Bellamy, cedido al Celtic de Glasgow, y él destrozaron una habitación del hotel Ritz, de Londres. Aunque pagó la fuerte sanción interna y reconoció su error, la relación con su técnico nunca mejoró. Ni siquiera cuando aprovechó la lesión de Shearer, cuando hizo cinco goles en la Copa de la UEFA y eliminó con sendos tantos al Chelsea y el Tottenham en la FA Cup. Pero su curso, al igual que el último en el Barça, ha sido discreto: 13 goles en 25 partidos.

Aun así, el Valencia ha decidido que Kluivert continúe la reciente tradición valencianista de tener a un delantero centro alto y rematador. Es cierto que él mismo se fabrica muchas jugadas, que se mueve como pocos de espaldas a la portería y que atesora una calidad innata para su estatura, pero se asemeja físicamente a Carew, Oliveira, Mista y Di Bagio. Kluivert, así, pasa de urraca a murciélago.

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