Victorino Martín: "Lo que más pesa es la expectación"

Un año más, los famosos victorinos cierran la Feria de San Isidro. Una vez más, se colocará el cartel de no hay billetes, y la afición española, desde la plaza o desde el salón de su casa, estará muy atenta al juego de los toros del ganadero de Galapagar. Victorino Martín hijo dice que es muy consciente de esa enorme responsabilidad. "Lo que más pesa es la enorme expectación que despierta esta corrida", afirma el ganadero. "De hecho, se ha disparado la venta de entradas", continúa, "no se encuentra nada en la reventa y me llama mucha gente desesperada; se espera lo mejor de nosotros y no debemos defraudar esa confianza".

Califica la corrida de esta tarde muy en el tipo de la casa, seria, musculada y suelta de carnes. "A mí, personalmente," asegura, "me gustan los seis toros, y cualquiera de ellos puede romper a lo grande". Recuerda con gran satisfacción el triunfo alcanzado en la Feria de Abril, "un peldaño muy importante porque ha sido la mejor corrida que hemos lidiado en Sevilla; pero cada tarde es una historia, aunque no me importaría que la Maestranza hubiera sido el preludio de un éxito en las Ventas".

Tiene claro Victorino Martín su concepto de toro: "Que dé sensación de toro, malo o bueno, pero de toro serio e íntegro; que tenga capacidad para ser juez supremo y dicte sentencia sobre quién es el hombre merecedor de la gloria y quién no, porque lo que no me gustan son las medianías". Expresa su total confianza en las 15 corridas que tiene previsto lidiar este año en las principales ferias españolas y francesas, al tiempo que analiza con optimismo el presente y el futuro de la ganadería brava: "Estoy muy esperanzado", afirma, "porque en Sevilla se han caído menos toros y han embestido muchos, y en la plaza de las Ventas llevamos el mismo camino; en este sentido, creo que hemos mejorado respecto a temporadas anteriores, tanto es así que se está lidiando hoy el toro más grande e íntegro de la historia".

La corrida de hoy: toros de Victorino Martín, para Luis Miguel Encabo, Manuel Jesús, El Cid, y Luis Bolívar. A las siete de la tarde.