Una familia necesita 24 años de media para pagar la hipoteca, el doble que a finales de los noventa

Una familia tipo española necesita de media 24 años para pagar la hipoteca, 12 años más que a finales de la década de los noventa y 4,5 años más que el máximo histórico anterior, registrado en 1991, según un estudio incluido en el último boletín económico del Banco de España. El factor clave que explica esta evolución es el alto precio de la vivienda, que ha eclipsado la ventaja de tener los tipos de interés en mínimos y ha llevado a los hogares a endeudarse al máximo. Su deuda alcanzó un total de 549.800 millones de euros en el primer trimestre, un 19,8% más que en idénticos meses del año pasado.

El crédito para la adquisición de vivienda absorbe casi toda esa deuda (395.800 millones), según el Banco de España, que ha advertido en numerosas ocasiones del riesgo que este elevado nivel de endeudamiento -supera ya la renta familiar disponible- supone para el conjunto de la economía. Y, cuanto más tiempo se tarda en pagar la hipoteca, más expuesto está el titular del crédito frente a posibles subidas de tipos de interés o cambios en sus ingresos mensuales (desempleo), se destaca en el boletín de la entidad correspondiente a mayo.

La deuda familiar siguió creciendo en el primer trimestre debido a la carestía de la vivienda, ya que el número de hipotecas se moderó. Según el boletín económico, España fue, junto a Alemania, el único país de la zona euro que registró una reducción en la demanda de créditos para la vivienda entre enero y marzo. Así, se empiezan a pedir menos créditos, pero más cuantiosos y con plazos de amortización más largos. Además, el ahorro necesario para los pagos iniciales previos a la adquisición -entrada y gastos de notario y fiscales, entre otros- se ha duplicado en los últimos seis años por el alza de precios (los pisos se han encarecido casi un 150% desde finales de 1997).

El Banco de España también calcula el efecto del encarecimiento de la vivienda sobre el consumo (factor de más peso en la economía). Y la conclusión es que los ciudadanos que saben que su piso se está revalorizando tienden a consumir un poco más. Así, un alza anual del precio de la vivienda del 10% se traduce en un aumento del consumo por un importe equivalente al 0,8% del producto interior bruto (PIB). Es decir, una familia con un piso valorado en 120.000 euros gasta teóricamente 240 euros más al año si su vivienda se encarece un 10%.

Lo cierto es que el 80% de los activos de las familias corresponde a inmuebles. Sólo dos millones de pisos, un 6% del total del parque, están en el mercado del alquiler, frente al 9% de 2001, según el Ministerio de Economía, lo que supone un descenso de un millón de inmuebles en cuatro años.