El mítico Roche, la sombra de Federer
El legendario tenista australiano, ex entrenador de Lendl, ha sido contratado por el jugador suizo sólo con vistas al torneo parisino
Con 60 años recién cumplidos, Toni Roche sigue en la brecha. Es un veterano, una de las leyendas australianas que llenó los palmarés del tenis mundial en los años sesenta, y, como la mayoría de sus compañeros de generación, sigue aún vistiéndose de corto. Algunos otros, como Rosewall, Emerson, Newcombe y Laver lo hacen para disputar algunas exhibiciones y torneos para beneficiencia, pero a Roche se le puede ver estos días en Roland Garros siendo la sombra del número uno del mundo, Roger Federer. Roche es el hombre que dará los últimos consejos al suizo ante el partido de semifinales que disputará mañana contra el español Rafael Nadal, el más esperado del torneo parisino.
"Intenta ajustar algo más el revés", le decía ayer al helvético, mientras asesoraba a su sparring, un júnior zurdo, de cómo debía lanzarle las bolas. "Será un gran partido", comentó luego Roche. "Nadal es un jugador fantástico con un futuro maravilloso. Con apenas 18 años es ya un gran competidor". Pero sus mejores elogios los reserva para el jugador al que ahora mismo está entrenando, Roger Federer. "No, no es como yo. Se parece mucho más a Laver", dice de él. "A la gente le gusta verle jugar porque técnicamente es muy bueno. Domina todos los golpes y eso le da muchas opciones tácticas".
Como jugador, Roche se quedó con un solo título del Grand Slam en su palmarés y tuvo que ganarlo precisamente en la tierra batida de París en 1966, la superficie en la que peor jugaba. Lo suyo era la hierba, como les pasa a todos los australianos. Pero cuando jugó la final de Wimbledon se encontró con un rival insuperable llamado Rod Laver. Y lo mismo le ocurrió cuando disputó el título en el Open de EE UU, que entonces se jugaba en la hierba de Forest Hills: allí perdió consecutivamente dos finales en 1969 y 1970, contra Laver y Ken Rosewall. Brilló mucho más en los dobles, prueba en la que ganó 12 títulos de los grandes. Fue un tenista machacado por las lesiones y recurrió incluso a un curandero de Filipinas que le aplicó acupuntura en el codo y en el hombro y le disminuyó los dolores.
Pero en 1979 se retiró definitivamente. Y entonces comenzó una nueva etapa como entrenador que le devolvió al primer plano mundial. Preparó con esmero a Iván Lendl para conseguir el título de Wimbledon, el único que se le resistió toda su carrera. Y cuando concluyó aquella etapa, regresó a Australia donde trabajó como técnico de Patrick Rafter y fue entrenador del equipo de la Copa Davis que perdió contra España en la final de 2000 en el Palau Sant Jordi de Barcelona, el primer título español. "Federer es un tenista que integra los juegos de Lendl y de Rafter", analiza Roche, cuando se le pide que compare a su nuevo pupilo con ellos. "Lendl era muy fuerte desde el fondo de la pista y Rafter, en cambio, jugaba siempre con saque y volea. Roger es una mezcla de ellos. Es el jugador completo, porque puede aplicar el tipo de juego que más necesite".
Volviendo al partido de mañana en la central contra Nadal, Roche aclara que Federer no ha realizado ningún tipo de preparación especial, más que la de pelotear con un jugador zurdo. "Es una cuestión de retocar algunos detalles y de mentalizarse de que va a enfrentarse a un zurdo", explica Roche. "Las bolas le llegarán con un ángulo diferente y hay que hacer una seleción de golpes un poco distinta. Pero creo que Federer ha jugado muy bien este año y ha ganado el torneo de Hamburgo. Por tanto, no creo que deba cambiar muchas cosas para jugar en tierra batida. Aunque él busca ser el mejor del mundo y, en este sentido, siempre queda algún espacio para mejorar cosas".
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