Raikkonen remite a Hakkinen
La de ayer no es la única carrera del campeonato de fórmula 1 que se ha decidido en el último giro.
La primera que vivió una situación similar se produjo en 1959, durante el Gran Premio de Estados Unidos, celebrado en Sebring. Jack Brabham lideró la prueba desde la vuelta seis hasta la 41, una antes de la conclusión, porque en el último giro, el motor de su Cooper T51 Climax se rompió. Brabham acabó finalmente cuarto después de empujar su coche hasta la misma línea de meta. Aquella carrera la ganó, paradójicamente Bruce McLaren, que da nombre al monoplaza de Kimi Raikkonen, el gran damnificado en la jornada de ayer en Alemania.
En el año 1982, en el Gran Premio de Mónaco, uno de los más caóticos que se recuerdan en la historia de la fórmula 1, hubo hasta cuatro cambios de líder en la última vuelta. La victoria fue para el italiano Ricardo Patrese quien, a pesar de haber sufrido una salida de pista con anterioridad, pudo terminar primero.
La década de los noventa
Ya en la década de los noventa, en 1991, Nigel Mansell estaba ya saludando al público, recorriendo la última vuelta en el circuito canadiense de Montreal, cuando su Renault se caló. Y en 1997, Jacques Villeneuve conquistó el Gran Premio de Hungría, en similares circunstancias: en el último giro y tras los problemas que sufrió Damon Hill, líder de la carrera hasta ese momento con 34 segundos de ventaja respecto al piloto canadiense, que cruzó la meta en primer lugar.
Por proximidad en el tiempo, seguramente, la carrera que más se recuerda entre los aficionados cuando visionan el accidente que ayer sufrió Raikkonen, es la que protagonizó su compatriota Mikka Hakkinen en Montmeló en el año 2001. El finlandés, al volante igualmente de un McLaren Mercedes, afrontaba la última vuelta con 42,5 segundos de ventaja sobre Schumacher cuando el motor de su coche cedió y, aunque levantó el pie del acelerador y continuó avanzando lentamente por el circuito catalán, Hakkinen acabó por pararse y el actual campeón del mundo firmó un triunfo inesperado.
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