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Once clubes se juegan en Italia el descenso

Enric González

Esta Liga será recordada en Italia como la más angustiosa. A falta de dos jornadas, 11 de los 20 equipos de la Serie A están en peligro de descenso, entre ellos el Roma, campeón en 2001; el Lazio, en 2000; el Fiorentina, el Parma y el Bolonia. Detrás de los tres primeros, el Juventus, ya campeón; el Milan y el Inter, la cosa está tan apretada que la llamada zona tranquila se reduce al Cagliari y el Livorno.

Entre el Lazio, décimo, y el Atalanta, vigésimo y último, median ocho puntos. Entre el Lazio y el descenso, cuatro. Con seis en juego, todo es posible. Lazio, Lecce, Reggina, Bolonia, Roma, Parma, Siena, Chievo, Fiorentina, Brescia y Atalanta se juegan la vida. La extraordinaria situación ha sido atribuida por algunos medios a la igualdad, pero eso es más bien un sofisma. Los tres grandes se destacaron hace tiempo y, además, sin que los interistas inquietaran nunca al dúo de cabeza, a años luz. Competición de alto nivel ha habido poca, sólo la ofrecida por juventinos y milanistas.

Para que se llegara a este embotellamiento al borde del abismo ha hecho falta que se desplomaran unos cuantos que aspiraban a plazas europeas y que los condenados de antemano se aferraran desesperadamente a la esperanza de salvación. Lo del Atalanta es casi milagroso: siempre ha estado atrás, pero no ha llegado a descolgarse y desde el 5 de marzo, cuando fue derrotado por el Milan, no pierde en su campo. Hoy se las verá con el Roma, que encarna la inversa: desde el 14 de marzo, cuando Conti se hizo cargo de él, no gana.

Un estudio sobre el Roma

Lo del Roma merece un estudio. En la pretemporada, con Prandelli como sustituto de Capello y la prestigiosa tripleta atacante Totti-Cassano-Montella, figuraba entre los candidatos al scudetto. Pero Prandelli se fue antes del primer partido para atender a su esposa, muy enferma, y llegó Voeller. Se fue Voeller y llegó Del Neri. Se fue Del Neri y llegó Conti. Y así, a ritmo de conga histérica, el equipo se ha descompuesto. Con una paradoja: jugará la final de la Copa y tiene por ello asegurado un hueco en la de la UEFA, ya que su rival, el Inter, jugará la Champions.

También es peculiar el caso del Fiorentina, recién retornado a la máxima división desde la Tercera, a la que cayó por deudas, y adquirido por el multimillonario Diego della Valle: zapatos Tod's. Tenía un delantero escurridizo como Miccoli, en enero gastó 21 millones por otros dos, Bojinov y Pazzini, y ya con el agua al cuello incorporó un entrenador serio: Zoff. Todo ello, con un resultado miserable.

Otro asunto es el dúo de la leche. El Lazio pertenecía a Cirio, y el Parma, a Parmalat. Ambas lecheras quebraron y los abocaron a la venta de sus mejores piezas. Aun así, el Parma cuenta con Gilardino, máximo goleador, y con el exasperadamente exquisito Morfeo.

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