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Crónica:FÚTBOL | 36ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Mallorca se aferra a Primera

El equipo balear se impone al Athletic a base de épica y de goles

El equipo balear se coloca a un punto del Levante, su rival por la permanencia, a falta de dos jornadas. El Mallorca venció ayer al Athletic, en un partido de locos, con un ritmo trepidante, dos remontadas -una por cada bando-, y siete goles. En cinco jornadas, los baleares han recortado nueve puntos al Levante, su rival por la permanencia en Primera. Cuando faltan dos encuentros por disputar, tan sólo les separa un punto, más la diferencia directa de goles, que favorece a los valencianos.

El Mallorca y el Athletic, acuciados por las circunstancias, salieron a por la victoria, lo que se tradujo, de entrada, en un carrusel de ocasiones por ambas partes. Durante toda la temporada, los dos equipos han vivido inmersos en un continuo "quiero y no puedo". Sufriendo por las plazas europeas los vascos, y por la permanencia los baleares. Cuando la Liga llega su fin, las ansias de gol se agudizan, las defensas flaquean y el fútbol espectáculo sale ganando.

MALLORCA 4 ATHLETIC 3

Mallorca: Moyà; Cortés, Ballesteros, Iuliano, Poli; Campano (Jorge López, m. 78), Pereyra, Farinós (De los Santos, m. 75), Arango; Okubo (Tuni, m. 71) y Víctor.

Athletic: Aranzubía; Murillo, Lacruz, Prieto (Del Horno, m. 74), Casas; Ezquerro (Urzaiz, m. 74), Orbaiz, Gurpegui, Yeste (Arriaga, m. 20); Tiko y Llorente.

Goles: 1-0. M. 10. Farinós, de penalti. 1-1. M. 27. Llorente, de disparo raso. 1-2. M. 30. Gurpegui cabecea un corner. 2-2. M. 48. Murillo desvía a gol un disparo de Víctor. 3-2. M. 50. Okubo cabecea un pase de Campano. 3-3. M. 57. Orbaiz, de libre directo. 4-3. M. 61. Víctor.

Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Campano, Okubo, Iuliano, Ballesteros, Orbaiz, Urzaiz y Víctor.

Unos 17.000 espectadores en Son Moix.

El Mallorca dio primero, gracias a un discutible penalti cometido por Lacruz sobre Okubo. El delantero japonés, rápido y nervioso, firmó ayer una buena actuación. Por él pasaron la mayoría de las acciones de peligro de su equipo. Con el 1-0 en el marcador, el Mallorca aguantó a duras penas poco más de quince minutos. Hasta que un error en cadena de la zaga dejó a Llorente más solo que la una en la frontal del área. La última joya de Lezama, de 20 años, sólo tuvo que darse media vuelta y superar de un duro disparo a Moyà. La euforia balear se cortó en seco, y también la confianza de los jugadores de Héctor Cúper.

A los tres minutos, Gurpegui aprovechaba otro fallo de marcaje en un córner para cabecear a gol y adelantar al Athletic. La situación límite en la que vive instalado el Mallorca tiene estas cosas: a más nervios, mayor predisposición a cometer errores. Y en la recta final del campeonato, las imprudencias se pagan cada vez más.

Lo aprendió también el Athletic, que se fue al vestuario con la victoria en el bolsillo y a los cinco minutos de la segunda mitad se había dejado meter dos goles y volvía a ir a remolque en el marcador. Si en el primer tiempo los vascos habían remontado en tres minutos, al Mallorca le bastó con dos. Igualaron los locales con un disparo de Víctor desviado a gol por Murillo, y se volvieron a poner por delante con un tanto de Okubo, de cabeza, tras una excelente internada de Campano.

La tónica del partido, de reacción en reacción, así lo mandaba, y Orbaiz volvió a empatar la contienda a los pocos minutos, con un soberbio lanzamiento de falta. Pero no se rindió el Mallorca de Cúper que, tres jugadas más tarde, culminó un contragolpe con un nuevo gol de Víctor, a pase, otra vez, de Campano. Las defensas habían dimitido. Pero, contra lo que cabía esperar, no hubo más goles en la media hora larga que quedaba de partido. Los entrenadores agotaron los cambios intentando hacerse con el control del centro del campo. El técnico bilbaíno, Ernesto Valverde, apostó también por Urzaiz, que no llegó a entrar en el partido.

El Mallorca acabó embolsándose tres puntos vitales, que lo sitúan a un tiro de piedra del Levante, a falta de dos jornadas. Si la Liga de los grandes ya se ha acabado, ahora queda por decidir la Liga de los sufridores.

Los jugadores del Mallorca se abrazan tras uno de sus goles.
Los jugadores del Mallorca se abrazan tras uno de sus goles.EFE

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