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Análisis:Qué es... | Seis Sigma
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

En busca de la perfección

Seis Sigma nace en los años ochenta, en Motorola, como un programa de reducción radical de defectos en los productos que fabricaba. Pero el fenómeno Seis Sigma no llega, como tal, hasta mediados los noventa. Un líder como Jack Welch, entonces máximo ejecutivo de General Electric, adopta Seis Sigma como filosofía de gestión, impregna a toda la organización de esta filosofía y "convierte un monstruo en una empresa eficiente", multiplicando varias veces el valor bursátil de la compañía.

Desde su origen, Seis Sigma se puede entender, interpretar y utilizar bajo varias perspectivas:

- Es una orientación estratégica que busca la perfección, ¡o casi!, en los procesos empresariales, asociando la variabilidad de los procesos a la insatisfacción de los clientes y a los costes de la mala calidad.

Seis Sigma es un programa en el que participa toda la empresa, desde el vértice hasta la base

- Es una manera global de ver los procesos y sus actividades para trabajar mejor, en lugar de trabajar más.

- Es un conjunto de valores que cambia la forma tradicional de comprender y gestionar las organizaciones.

- Es un método estructurado y un conjunto de herramientas para analizar los procesos e identificar oportunidades para mejorar radicalmente su funcionamiento.

Seis Sigma se basa en una serie de factores clave que permiten conseguir resultados importantes y sostenidos y transformar a la organización que adopta el modelo. Tales factores son:

Orientación al cliente. En Seis Sigma el cliente es lo primero.

Focalización en procesos. Los esfuerzos de mejora se concentran en el resultado de los procesos.

Implantación por proyectos, fijando objetivos y beneficios para cada proyecto.

Medición, rigurosa y sistemática, del rendimiento de los procesos y de su eficacia y eficiencia a través del coste de la mala calidad.

Seis Sigma es un programa en el que participa toda la empresa, desde el vértice hasta la base. Esquemáticamente la organización para implantar Seis Sigma en la empresa sería:

La Dirección, que selecciona y define los proyectos, garantizando su alineamiento con la estrategia del negocio y se compromete a que dichos proyectos consigan los resultados previstos. A los directivos responsables de los proyectos se les denomina Champions.

Los especialistas, Master Black Belts, Black Belts y Green Belts, seleccionados entre los mejores y formados intensamente para que sean capaces de aplicar la metodología Seis Sigma en el desarrollo de los proyectos.

Las personas de la organización, quienes participan colaborando con los especialistas en el desarrollo de los proyectos.

La metodología de mejora Seis Sigma es conocida como DMAMC por las cinco fases a través de las cuales discurre un proyecto: definir, medir, analizar, mejorar y controlar.

Definir: el objetivo de esta fase es concretar por qué se realiza el proyecto (prueba de la necesidad), cuál es el problema a resolver, qué objetivos se quieren alcanzar, cuáles son los beneficios estimados y quién será el especialista y el equipo que desarrollarán el proyecto.

Medir: el objetivo de esta fase es doble. Por una parte, se trata de identificar y seleccionar las variables del proceso que condicionan su resultado y, por otra, evaluar el rendimiento actual del proceso, utilizando para ello datos válidos y expresar dicho rendimiento mediante su valor sigma.

Analizar: el objetivo final de esta fase es identificar cuáles son las pocas variables (causas) que determinan realmente el funcionamiento del proceso y, por tanto, su rendimiento. Esta fase es la que más se apoya en los métodos estadísticos.

Mejorar: el objetivo es introducir en el proceso los cambios favorables para mejorar radicalmente su rendimiento.

Controlar: establecer un método de control del proceso que permita asegurar los resultados obtenidos y mantenerlos en el tiempo.

Ignacio Babé es vicepresidente ejecutivo de Juran Institute.

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