El amigo del gol

Henk Ten Cate, ayudante de Frank Rikjaard, centraba y el sueco Larsson y Eto'o remataban a una portería sin guardameta. El resto de los jugadores del equipo, tumbados sobre el césped del Camp Nou, hacía ejercicios de estiramiento. Larson las enchufaba todas y el camerunés, que llevaba solo unos días en el Barça, no metía ni una. Todos sus remates iban fuera. "Empezamos a hacer bromas y a reírnos con sus fallos", es el recuerdo de Xavi Hernández sobre aquella tarde. "Al final, remató tan mal que no paramos de reirnos". Y Eto'o dio por concluido el ejercicio. "Se acercó de muy mala gaita", prosigue Xavi. "¿De qué os reís vosotros?', nos preguntó. Al instante, cogió un balón y descargó su enfado: le pegó con tanta fuerza que casi lo manda a la Diagonal. Y entonces nos dijimos: 'Este tío es un ganador. La va a liar'". Y Eto'o la ha armado.

Samuel Eto'o ha sido protagonista de esta Liga desde antes de que empezara, ya en el verano por lo costoso que resultó su fichaje. Más allá de los 27 millones de euros que el Barça pagó por él, acaparó la atención por su empeño en despreciar al Real Madrid galáctico, que cobró 12 millones por el traspaso, pues los derechos federativos compartidos con el Mallorca, club de origen de delantero, así lo estipulaba. Parecía que el negocio de Florentino Pérez había sido de nuevo redondo: 12 millones por un jugador que no tenía sitio en ese equipo. Los goles de Eto'o en el Barça demuestran lo contrario. Ronaldo lleva marcados 20, que le han dado 18 puntos al Madrid. Eto'o ha sido decisivo. Le ha proporcionado 39 puntos al Barça con 25 goles; ó 24 si se le descuenta el que logró tras rebotar en la suela de su bota un tiro de Deco. "Es suyo", decide el portugués, empeñado como todos a que Eto'o gane el Pichichi, el título de máximo goleador. Por su forma de jugar, de entender el club y según ha calado en la afición, el presidente Joan Laporta dice: "Desde el primer día me recordó a Stoichkov". Niño mimado del presidente, Eto'o no olvidará nunca que fue él quien convirtió su deseo veraniego en realidad.

Eto'o aterrizó en el vestuario y pidió unas tijeras porque juega con calcetines de entrenamiento a los que pega con esparadrapo la parte de arriba de las medias oficiales de los partidos, previamente cortadas. Es lo que hacían los rumanos Hagi y Popescu. Ha chutado más de cien veces a portería, casi siempre con la derecha, y ha cabeceado en una docena de ocasiones. Por su morfología está mas dotado para la velocidad que para el salto. Tiene cuerpo de esprinter y, aunque no hay datos, los médicos del club dan por seguro que, preparándole un mes, "haría con facilidad 10.7 segundos en los 100 metros". Su músculo largo le convierte en un jugador elástico y potente en la salida. Por eso Deco aprendió pronto que, para darle un pase en carrera, "había que enviarle el balón cinco metros por delante de donde esté situado". "Entonces no hay quien le pare" asegura Xavi, que añade: "Llega siempre primero". Iniesta dice que al verle correr hacia la portería con el balón, "siempre tengo la sensación de que la jugada acabará en gol".

Rijkaard le instó a fijarse en Larsson para ganar instinto goleador. Y aunque el camerunés sostenga que "un buen pase es mejor que un gol, porque hace feliz al que lo da y al que lo recibe", Valdés le reconoce un don decisivo ante el portero: "Decide muy rápido y pega al balón un segundo antes de que tú reacciones. Y eso es lo peor para un portero" comenta. Jorquera, el meta suplente, reconoce: "Otros delanteros tiran más fuerte, pero tardan más y colocan mucho menos". "Es muy pillo", concluye elogiando a su "hermano".

Samu en el campo y hermano en el vestuario para todos sus compañeros, a excepción de Motta, que le llama Samuka, el delantero de Camerún vive durante la semana lo justo junto al equipo. Nunca llega tarde; tampoco pronto, y siempre tiene prisa por marcharse. Pero mientras está con el equipo, según el entrenador, merece "un 10 por su conducta".

Los empleados del vestuario reconocen que "se le ve mucho más activo". "Grita más que nadie en el túnel", asegura Ronaldinho. Suya es la frase: "Vamos, es el último partido de nuestras vidas", que repite desde la primera jornada de Liga. "Maneja muchas frases que he oído cientos de veces a Luis Aragonés. Se nota quien le ha moldeado. Entiende el fútbol como él", asegura Juan Carlos Unzue, preparador de porteros, quien añade: "Su compromiso con el compañero es enorme".

Eto'o ya avisó: "Correré como un negro para vivir como un blanco". Lo que no dijo es que iba a golear como nadie, hasta hacerse hermano del gol y culminar su prodigiosa temporada con el decisivo tanto que le dio el título al Barça ayer en Valencia.