"Siempre hay sentimiento trágico en nuestras obras"
Seis semanas después de recibir el Donostia Antzerki Saria por Yuri Sam, la Fábrica de Teatro Imaginario estrena la versión en euskera de Au revoir, triunfadores! Ander Lipus (Markina, 1971) dirige un montaje que bebe del humor absurdo y en el que los personajes barajan la idea del suicidio por no resignarse al papel pusilánime que les otorga la sociedad actual.
Pregunta. ¿Qué es esta "comedia triste"?
Respuesta. Habla un poco de estos nuevos tiempos a través de tres personajes: el Hombre Bala, una Madame Faneca que en el storyboard va provocando su muerte mientras se mutila partes de su cuerpo, y un joven nihilista, que antes de hipopotamizarse, recogiendo la idea de El rinoceronte, de Ionesco, antes de convertirse en unas personas sin acción, que se conforman con esta vida, deciden hacer un recorrido hacia el Puente del Muerto. Es una obra muy plástica y la banda sonora es muy cinematográfica.
P. Pese a todo, ¿es la obra más alegre de la Fábrica?
R. Podría ser, porque el texto vacila un poco a estos tiempos posmodernos, y hay un punto de vista en el que más bien el absurdo es lo que funciona. Hemos arriesgado en ese sentido, pero siempre hay cierto sentimiento trágico en nuestras obras.
P. Esconde una crítica a la sociedad actual.
R. Sí, crítica y autocrítica. ¿Quién no se libra de ese estar parado, de no hacer nada? Cualquiera puede ser un triunfador y cualquiera puede ser un hipopótamo.
P. ¿En qué difiere esta adaptación al euskera de la versión en castellano?
R. En ciertos pasajes de la obra, el espectador igual no está acostumbrado a ese euskera más técnico. Además, hemos tenido que cambiar a un actor.
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