Benayoun, a solas, no puede con un Betis de trámite

Con todas las posibilidades europeas abiertas, el Betis se dejó llevar y a punto estuvo de ahogarle la corriente cántabra. Los andaluces se pasaron por El Sardinero para cumplir un trámite molesto y rutinario, del que esperaban sacar un excelente rendimiento. Pero algo falló. Apáticos, trotones y especuladores, los de Serra Ferrer fueron los auténticos dominadores del balón, pero de poco más. El Racing esperaba enrocado a treinta metros de su portería, robaba el balón con facilidad puesto que la desidia de los béticos era más que notoria, y alguien (portero, central o laterales) lanzaba un misil para que Regueiro y Javi Guerrero corriesen como posesos buscando la espalda de la defensa verdiblanca.

Ante la ineficacia defensiva de los visitantes, Ayoze puso la quinta por banda izquierda y colocó el balón en el área para que Guerrero recortase y enviase el balón al palo. El primer aviso llegaba al filo del minuto 10. En la siguiente jugada, Assunçao hacía una de las suyas y lanzaba un libre directo lejanísimo al larguero de la meta defendida por Aouate. El partido se aburría cada vez más, con el equipo dominador del cuero jugando a medio gas y el teóricamente encerrado basando todos sus haberes en pelotazos descoyuntados. Benayoun, cómo no, tuvo que erigirse en protagonista para que el partido evolucionase. El uruguayo Regueiro, en uno de los contragolpes multicopiados del Racing, se plantó ante el portero bético y falló; el rechace fue aprovechado por Morán para, en semifallo, centrar la pelota al israelí que se incorporaba desde la segunda línea mientras la defensa permanecía estática. El gol sirvió de ligero detonante para despertar al abúlico Betis, aunque las principales ocasiones de ampliar el marcador seguían viniendo en los contraataques de los montañeses. Serra Ferrer decidió dinamizar su ataque con la entrada de dos habilidosos, Dani y Denilson, que por lo menos hicieron funcionar a Joaquín durante unos pocos instantes. Pese a la caraja monumental del equipo andaluz y a la del propio Joaquín, el extremo sigue teniendo destellos de fútbol que salvan una actuación individual mucho más que discreta. Ayer, su aparición se dató en el minuto 80, con un pase entre líneas a Dani que éste convirtió en gol. Por si el empate no fuese ya bastante regalo para los méritos de los sevillanos, el árbitro terminó por endulzarles aún más el postre señalando fuera de juego en una acción legal de Javi Guerrero que había acabado en gol.