Rajoy elude pronunciarse sobre el alcance de la reforma del Estatut

El presidente del PP, Mariano Rajoy, respaldó ayer la negociación de los populares valencianos para reformar el Estatut pero evitó pronunciarse sobre las cuestiones concretas que enfrentan a campistas y zaplanistas entre sí y a su partido con los socialistas. "Mi partido será referencia en Valencia cuando hagamos la reforma. Seremos ejemplo de sentido común, sensatez, equilibrio y moderación", dijo Rajoy sin entrar en detalles. El líder nacional del PP, que visitó un mercado en Manises y almorzó con empresarios en Valencia, tampoco quiso pronunciarse sobre las disputas de los populares valencianos y se limitó a señalar que, en su opinión, todo "funciona muy bien".

Pla dice que la reforma va por buen camino a falta de saber si Camps lidera su propio partido

El presidente del PP dice estar satisfecho y tranquilo pese a las disputas internas

Mariano Rajoy no quiso pronunciarse sobre el alcance de la reforma del Estatut y se remitió a la declaración que el PP aprobó en septiembre de 2004 sobre el modelo de Estado en San Millán de la Cogolla. En ese documento, el PP indica que sólo aceptará las reformas de estatutos "que nazcan del consenso", y garanticen "la unidad de España y su indivisibilidad, de acuerdo con lo establecido en el espíritu y la letra de la Constitución de 1978". Y añade: "Nunca pueden aceptarse reformas de los estatutos orientadas a satisfacer los intereses exclusivos de cada comunidad autónoma".

En línea con la declaración de San Millán, Rajoy insistió ayer en que "se debe reformar aquello que beneficia al interés general, no a los intereses políticos de nadie". Respecto a la reforma del Estatut valenciano, el líder del PP se declaró "tranquilo" porque aseguró que se regirá "por el sentido común y la lógica". Y añadió que servirá de ejemplo para "otros que están planteando cosas que nada tiene que ver con los intereses generales". "Se ha iniciado el proceso, se está hablando y yo tengo plena tranquilidad sobre lo que [las Cortes Valencianas] van a mandar al Congreso", sentenció.

Respecto a la demanda socialista de que el Tribunal Superior de Justicia se convierta en la última instancia judicial para facilitar la proximidad a los ciudadanos, Rajoy dijo que está "de acuerdo con lo que dicen" sus compañeros del PP valenciano, que no van a aceptar "17 consejos del poder judicial", como reiteró ayer el portavoz en las Cortes, Serafín Castellano.

Respecto a la situación de crisis interna del PP valenciano, Rajoy dijo que el partido "funciona muy bien, tiene un extraordinario presidente al frente y militantes muy bregados que conocen muy bien la actividad política". Todo lo contrario de lo que el miércoles evidenciaron los diputados populares en las Cortes en una tensa reunión del grupo parlamentario que enfrentó a campistas y zaplanistas.

Ayer los zaplanistas anunciaron su deseo de celebrar otra reunión, para que "quede claro" que no quieren "boicotear" el proceso y para recibir información exacta sobre el proyecto, "para saber qué vamos a votar". Fuentes de este sector explicaron que también pretenden afear al vicesecretario regional, Ricardo Costa, el "mal trato" que dio al presidente de las Cortes, Julio de España, en la tensa reunión del miércoles por la noche. Y añadieron que quieren que a la nueva reunión vaya Camps.

Costa destacó la "absoluta confianza" del partido en la negociación sobre la reforma, que dirige el portavoz Serafín Castellano. Éste está realizando un "trabajo excepcional", dijo Costa, que precisó que el último Comité Ejecutivo Regional acordó delegar en este proceso la "absoluta responsabilidad" en el portavoz del PP. Castellano insistió en que la reforma se puede aprobar el 12 de mayo.

Un objetivo difícil de alcanzar, según los grupos de la oposición, que ayer se quedaron esperando una nueva reunión de la ponencia que, según el PSPV, debía celebrarse tras la sesión de control. Los socialistas dijeron que el PP había "desaparecido", pero Castellano aseguró que eran los populares quienes esperaban una respuesta del PSPV con un texto alternativo en el capítulo de justicia. Los socialistas calificaron de "excusa" este argumento y achacaron la suspensión de la reunión a la "situación interna" del PP. Los populares, dijeron, "se han tomado un respiro" después de la "intempestiva" reunión del grupo parlamentario.

El portavoz del Consell, Esteban González Pons, afirmó que tiene la "leve sospecha" de que el PSOE está "intentando alargar" el proceso. "Cualquier fecha es buena si sirve para que el Estatut se apruebe", dijo el portavoz, quien eludió valorar la reunión celebrada en la noche del miércoles por el Grupo Popular.

El secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, dijo ayer que la reforma estatutaria "está en el buen camino". "Ahora sólo hace falta saber si [Francisco] Camps es capaz de liderar su propio partido y de tener altura de miras y pactar un marco de autogobierno estable para nuestra comunidad", agregó en alusión al desacuerdo entre campistas y zaplanistas sobre el futuro texto, informa Cristina Vázquez.

Pla se mostró más preocupado por el contenido que por el calendario de la reforma. "Sí me preocupa la situación de tensión y conflicto en el seno del PP porque tenemos una buena oportunidad para avanzar en la consolidación del autogobierno". Pla lamentó la falta de liderazgo del presidente Francisco Camps que está dificultando que su partido admita la reforma y los contenidos que han pactado los negociadores. "Confiemos en que Camps pueda resolver sus problemas y los de su grupo y se continúe avanzando en el articulado y en la redacción del texto", dijo.

Por su parte, la coordinadora de Esquerra Unida, Glòria Marcos, reclamó el máximo poder político y competencial: "Queremos un Estatut de primera y en el que cuente el soporte social", dijo en Castellón. Esquerra i País, corriente nacionalista de EU dijo que lo que se negocia es una "pseudorreforma".