"Una herencia envenenada"

"El trasvase Júcar-Vinalopó es una herencia envenenada para el Gobierno y tan absurdo como el del Ebro", manifestó ayer en Sueca Pedro Arrojo, presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA). Y fue más allá al significar que "el oportunismo político se impone a la razón" en el Plan Hidrológico Nacional, al tiempo que recordó: "Todavía estamos esperando que desde la Administración se nos rebata nuestros argumentos y alternativas". "El rigor, las alternativas expuestas contra ese trasvase, son tan potentes como los del Ebro en su día", añadió el profesor de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza.

La FNCA considera el trasvase inviable, defiende que el Júcar no tiene recursos para ceder, y rechaza la pretensión del Gobierno de continuar la obra y utilizar agua del acuífero de Valencia para completar la transferencia. "¿Es un problema de razones o de presiones?", preguntó Arrojo ante una audiencia de unas 70 personas reunida en Sueca para asistir a la entrega a la plataforma Xúquer Viu, opuesta al trasvase al Vinalopó, del galardón colectivo estatal que la FNCA otorga anualmente. "El colectivo que premiamos ha sido capaz de abrir el debate dentro de una situación en la que la política hídrica se ha falseado sobre el terreno en el que estás conmigo o eres un traidor..., hecho que hacía que el diálogo fuera perverso", dijo Arrojo, quien reconoció que "hoy ya se puede debatir", se acude al ministerio "y ya te escuchan". En ese sentido, el profesor universitario y premio Goldman de Medio Ambiente para Europa en 2003, expresó que la fundación premia a Xúquer Viu "por haber conseguido que el País Valenciano no sea un territorio árido para el debate hidrológico". Al acto asistieron concejales de localidades de la Ribera, de organizaciones agrarias y también regantes, como el presidente de los de Sueca, José Pascual Fortea, quien defiende como alternativa al trasvase actual la toma de agua en el Azud de la Marquesa.

Paco Sanz, portavoz de Xúquer Viu, se mostró alarmado por el aumento de proyectos urbanísticos que se abren paso al amparo, en su opinión, de la expectativa creada por el trasvase, y recordó a la Administración socialista "la responsabilidad histórica" de mantener las obras de una infraestructura "que difícilmente transportará agua". En ese sentido, recordó que la propia ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ya ha dejado claro que no se desviará una gota si no existen excedentes.

El trasvase Júcar-Vinalopó tiene abiertos varios frentes. La Unión Europea desea nueva documentación para decidir si mantiene su aportación a la financiación de la obra, ya ejecutada en un 30%, explicó Antonio Estevan, portavoz de la FNCA. "La Comisión Europea desea conocer de qué manera va a cumplir el Gobierno español las condiciones medioambientales impuestas" al proyecto en relación con el caudal ecológico y las reservas para el parque de L'Albufera -los Verdes también preguntan al respecto, y sobre los vertidos contaminantes, a la Comisión Europea-.

Además, el Gobierno y sus socios parlamentarios de ERC e IU-ICV apuraban ayer las negociaciones para conseguir que éstos apoyen mañana en el Congreso el proyecto de ley que modifica el PHN. El escollo es precisamente el trasvase Júcar-Vinalopó, que ERC e IU-ICV rechazan. Narbona confió en que la plasmación final de ese proyecto sea asumida por estos partidos y aseguró que el trasvase sólo se hará si se garantiza el equilibrio ecológico del Júcar.