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El anciano acusado de homicidio mató a una mujer con una azada en 1997

Ginés Donaire

Francisco M. C., de 72 años, ingresó ayer tarde en el módulo de enfermería de la prisión provincial de Jaén por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de La Carolina, acusado de la muerte a garrotazos a un anciano de 86 años, sordomudo, en la residencia de mayores Los Olivares. El presunto agresor ya fue condenado por el homicidio en 1997 de una mujer, a la que atacó con una azada en el municipio de Jabalquinto.

Francisco M. C. llevaba algo más de un mes en la residencia de La Carolina, adonde llegó procedente de un geriátrico de Córdoba. Con anterioridad había estado ingresado en centro psiquiátrico de Sevilla para cumplir la condena de siete años de prisión a la que fue condenado por el homicidio de una mujer, a la que en 1997 atacó con una azada, tras una fuerte discusión, en el municipio de Jabalquinto. Un jurado popular lo absolvió del delito de asesinato por la atenuante de confesión voluntaria y de enajenación mental por su adicción crónica al alcohol.

Desde la dirección de la residencia Los Olivares de La Carolina se informó ayer de que el presunto agresor se encontraba en periodo de adaptación.

Informe de "inadaptación"

Según ha podido saber este periódico, hace aproximadamente un mes se emitió un informe social advirtiendo de la "inadaptación" de Francisco M. C. al centro y sugiriendo su traslado a otro establecimiento especializado o, en todo caso, la adopción de otras "medidas cautelares".

El polémico perfil del supuesto agresor se ha puesto de manifiesto hasta su misma detención. En primer lugar, entre los residentes de la residencia carolinense ha sorprendido mucho la agresión a otro interno, Juan R. R., de 86 años, sordomudo y calificado como "pacífico" por sus compañeros. El detenido golpeó violentamente con su bastón el pasado sábado a su compañero hasta causarle un traumatismo craneoencefálico y distensión abdominal que le produjeron la muerte el pasado domingo.

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Para evitar la "alarma social" generada por la agresión, la dirección del centro aconsejó a Francisco M. C. que esa noche durmiera en casa de unos familiares en La Carolina, pero fue rechazado por éstos y trasladado a una pensión. Al día siguiente tuvo que regresar a la residencia tras ser expulsado de la pensión al verse envuelto en una agresión a un empleado.

El lunes por la mañana, tras confirmarse la muerte del anciano de 86 años, fue entregado a la Guardia Civil por la dirección del centro y, tras permanecer en arresto preventivo la noche del lunes, ayer declaró ante el juez, que ordenó su ingreso en el módulo de enfermería de la prisión provincial Jaén II. También declaró ayer nuevamente el director de la residencia, Antonio Sáez, quien ratificó ante el juez su declaración del pasado lunes y describió los hechos según el testimonio ofrecido por otro interno que presenció la agresión.

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