"No voy a pasarme al grupo mixto"

Miguel Romero, de 46 años, es secretario provincial del PA de Huelva desde 1996 y ex delegado de Turismo y Deportes de la Junta. En las pasadas elecciones autonómicas logró acta en el Parlamento andaluz por la provincia, algo que no se conseguía desde 1990. Uno de los pilares en los que se apoyó la antigua dirección de Antonio Ortega -que perdió el congreso nacional del pasado diciembre- ahora ha interpuesto una demanda contra la nueva dirección con la denuncia de presuntas irregularidades en la elaboración del censo de militantes. Una juez la ha estimado y ha ordenado la suspensión cautelar del congreso, que se iba a celebrar el pasado 9 de abril. La ejecutiva nacional, que dirige Julián Álvarez, está preparando la creación de una gestora para Huelva y ultima los argumentos para disolver la ejecutiva provincial.

"Calvo es el que debe de seguir de portavoz parlamentario porque es una voz autorizada"

"Los resultados que han salvado la imagen del PA andaluz los he logrado yo en Huelv a"

Pregunta. ¿Por qué ha demandado al partido en el que milita desde hace 29 años?

Respuesta. Me ha dolido muchísimo. Ningún militante quiere recurrir a cauces externos a los de la propia organización para reclamar un derecho. A ese extremo se llega porque los cauces internos bloquean el derecho a la defensa. Hay en el PA una Comisión de Garantías del militante, que el auto de la juez demuestra que no ha cumplido. Lo mismo que hemos pedido a la Comisión de Garantías lo hemos pedido a la juez. En el juzgado nos dieron la razón y yo creo que eso ha dejado seriamente tocada a la Comisión de Garantías.

P. ¿Se pudo haber evitado llegar a este extremo?

R. Sí, evidentemente, si desde la dirección nacional se hubieran hecho las cosas de acuerdo con los estatutos y no se hubiera utilizado el poder para intentar tergiversar la realidad del partido y después bloquear cualquier tipo de salida negociada. No puede ser que en nueve de las 52 agrupaciones del PA en la provincia de Huelva consiguieran en un mes un incremento de militantes que igualaba el número total de afiliados. Se incluyeron 600 nuevos militantes sin cuenta domiciliada. Eso es una pasada. ¿Qué club de fútbol, por ejemplo, acepta socios nuevos sin obligarlos a pagar una cuota? Estas circunstancias se dieron en localidades de Huelva con una ejecutiva local próxima a Julián Álvarez.

P. Usted ha demostrado una decidida intención a morir políticamente con las botas puestas.

R. Yo soy una persona de convicciones fuertes, pero tengo un carácter afable, y tal vez eso pueda conducir a alguien a pensar equivocadamente que esas características demuestran una laxitud en los principios. Soy una persona que defiende hasta el final sus convicciones.

P. En alguna ocasión ha dicho que la actual dirección del PA está tutelada por Alejandro Rojas-Marcos. ¿Se reafirma?

R. Sí, creo que Alejandro Rojas-Marcos ejerce cierta tutela en el PA, que continúa teniendo mucha influencia en el partido, y considero que sería deseable que él, como todos los políticos que ya han cumplido con su etapa, fuera soltando amarras. No entiendo como a dirigentes andalucistas de talla, como al portavoz parlamentario José Calvo, tan útiles todavía para el partido, se percibe que desde la dirección están buscando la forma de que se vayan del proyecto. Creo que la dirección actual, conformada por gente joven, no tiene razones para actuar así. Eso se traduce en que aquí hay influencias de alguna situación heredada.

P. Se opone usted, pues, abiertamente a que Pilar González sustituya a José Calvo como portavoz en la Cámara.

R. Que quede clara una cosa: el posible cambio, en todo caso, tendría que decidirlo el grupo parlamentario, según los estatutos [a propuesta de la ejecutiva]. Pilar González, que accede por primera vez al Parlamento, ha de ocupar el puesto que mejor pueda desempeñar. José Calvo es, en estos momentos, quien debe seguir como portavoz, porque representa una voz autorizada en el Parlamento, una imagen del partido.

P. ¿Ha perdido o ha ganado el PA con la marcha de Antonio Ortega?

R. En los ocho años de mandato de Antonio Ortega, el partido ha conocido un período de estabilidad, de crecimiento importante y ha mejorado sensiblemente en la implantación territorial. Pero es una etapa que ya ha concluido.

P. ¿Por qué el PA, pese a ser un partido pequeño, tiene un cementerio político tan grande?

R. Porque hay una tradición de consumir y devorar dirigentes absolutamente preocupante. Lo hemos visto en las formas con las que se ha actuado por la dirección nacional contra Antonio Ortega para que dejara el Parlamento. Me hubiera gustado que cuando Antonio Ortega dijo que entregaba el acta, Julián Álvarez hubiera tenido ese gesto de grandeza, de altura de miras, de negarse. Al menos en principio, que las cosas ya se negociarían. La respuesta debió ser que el partido necesita dentro personas de tradición histórica para acabar con esa norma de consumir líderes.

P. ¿Le ha defraudado Julíán Álvarez?

R. Sí, Julián Álvarez me ha decepcionado muchísimo, en la medida en que creo que ese proyecto de ilusión que llevó al congreso nacional no se está correspondiendo con la realidad.

P. El político llamado por Álvarez para dirigir la renovación del PA en Huelva es Antonio Capelo, portavoz municipal en Moguer.

R. Antonio Capelo, en el que yo confié y al que puse en el partido en 2003, y luego me ha mordido la mano, es una persona muy cuestionada en la provincia, carece de liderazgo.

P. ¿Terminará usted por marcharse al grupo mixto en el Parlamento andaluz?

R. No, yo seguiré como andalucista, pero me voy a defender. Julián Álvarez debe saber que tras ganar un congreso hay que integrar. El congreso ha terminado y no se puede mantener la tensión.

P. Después de 29 años en el PA, ¿cuándo considera que le debe llegar la renovación a usted mismo?

R. Yo soy el renovador. Los resultados me avalan. La renovación de boquilla es una cosa y la renovación de hechos, la auténtica, es otra. No es cuestión de cambiar de caras. La primera ejecutiva paritaria, de la que ahora se presume tanto, la hice yo en Huelva hace ocho años, en la que además entró la gente joven en un 25%. Los resultados electorales que han salvado la imagen del partido en Andalucía los he conseguido yo en Huelva. Nuestra estrategia, nuestro mensaje y nuestro discurso han sido renovadores. En todos los parámetros que busque la dirección nacional, Huelva ha sido la primera provincia de Andalucía.