Adiós internacional al Olímpico
Pocos estadios han marcado la historia del deporte y del fútbol como lo ha hecho el Olímpico de Múnich, un marco que anoche vivió con tristeza la eliminación del Bayern y, en consecuencia, su último partido internacional.
Y es que está a punto de concluirse uno nuevo, el Allianz Arena, en Fröttmaning, un barrio en la zona norte de la capital bávara. Éste será a partir de la próxima temporada la sede de los dos clubes locales de la Primera División alemana: el propio Bayern y el Múnich 1860. También acogerá, por supuesto, la Copa del Mundo de 2006. El director general del Bayern, Uli Hoeness, afirma precisamente que el nuevo recinto en construcción marcará el inicio de una maravillosa era para su club.
El Olímpico, majestuoso y todavía admirable por su original diseño, especialmente por el voladizo de la imponente visera que cubre tres cuartas partes de su aforo para 69.000 personas, tardó dos años en ser levantado.
Fue inaugurado el 26 de mayo de 1972 con un partido entre la entonces Alemania Federal y la antigua URSS. Los inolvidables Juegos Olímpicos de ese mismo año, la final mundialista entre la Holanda de Cruyff y la Alemania de Beckenbauer en 1974, la de la Eurocopa de 1988 en la que Gullit alzó el único trofeo de alto nivel que atesora la selección naranja o las finales de la Copa de Europa que coronaron al Nottingham (1979), al Marsella (1993) y al Borussia de Dortmund (1997) han sido algunas de las citas históricas que ha albergado.
El Bayern presume de que el Olímpico simboliza un pasado glorioso y un presente exitoso. Ayer, sin embargo, la inquebrantable fe de la afición muniquesa, que tantas veces le ha servido para doblegar a los más difíciles rivales -ha ganado cuatro Copas de Europa y ha estado 12 veces en las semifinales-, no le sirvió para batir al Chelsea. El gol de Lampard, con la colaboración involuntaria pero decisiva de Lucio, supuso un jarro de agua fría, que acabó de refrendar Drogba a poco para el final. Al menos, eso sí, la victoria, parcial, se quedó en casa.
El Olímpico, una vez que haya acogido los dos partidos de la Liga que le quedan al Bayern, será utilizado como pista de esquí y patinaje y acogerá grandes espectáculos musicales. El club aún espera celebrar en él un nuevo título liguero, ya que saca tres puntos al Schalke.
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