Siniestros ¿Soluciones?

Creo que quizá nos estemos equivocando. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) hay que entenderla como un instrumento para evitar y reducir los riesgos reduciendo de este modo los accidentes de trabajo, esto unido a las normas de calidad impone la inversión en prevención, es necesario. Por este motivo, del mismo modo que aplaudo iniciativas como la de los fiscales que piden la creación de un cuerpo especializado de la policía para la investigación de los accidentes laborales, por otro lado me causa perplejidad; me explico: Pienso que no se ha entendido bien cuál es el objetivo de la LPRL y del resto de normativas relacionadas con la prevención de riesgos laborales, el objetivo de estas leyes no es otro que eliminar y reducir los riesgos. ¿Se consigue alcanzar este objetivo invirtiendo en efectivos policiales o invirtiendo en formación, información, concienciación e inspección? Creo que estamos empezando la casa por el tejado:

Sindicatos: Más que castigar, que también, hay que concienciar al empresario de que se está jugando con vidas y que esto trae consigo no sólo un alto costo moral sino también económico a causa de las bajas.

Trabajadores: Nos jugamos la salud y a veces la vida, utilicemos los medios preventivos que ponen en nuestras manos y, si no, exijámoslos. Administraciones: No hay que ser cicatero a la hora de invertir en prevención, se tiene que dotar de técnicos en prevención de riesgos laborales y especializar y ampliar las plantillas de inspectores de Trabajo para perseguir que se cumplan las medidas de prevención. Empresario: Quizá no entiendan de prevención y no le den la importancia que tiene, pero seguro que entienden de criterios de calidad: a mayor satisfacción profesional de los trabajadores, mayor implicación de los mismos en los objetivos de la empresa, menores índices de bajas y, por tanto, mayor productividad. La LPRL no es un simple trámite burocrático a cumplir para evitar sanciones, conciénciese de sus beneficios.