Bosch eliminará 340 empleos en tres de sus 14 fábricas en España

Malos tiempos para el sector auxiliar del automóvil. La multinacional alemana Robert Bosch, especializada en componentes y electrodomésticos, ha anunciado que quiere despedir a 340 trabajadores en España de su división de frenos. El ajuste "no traumático", según la empresa, afecta a las plantas de Barcelona, Cantabria y Navarra, en las que trabajan un millar de empleados. La empresa también tiene previsto anunciar despidos en Francia e Italia, aunque aún no los ha concretado.

Un portavoz oficial de Bosch en España aseguró ayer que la multinacional ha comunicado a los sindicatos eliminar 340 puestos de trabajo entre las tres fábricas de frenos que la compañía tiene en Lliçà d'Amunt (Barcelona), con una plantilla de 580 personas, Pamplona, con 164, y Buelna (Cantabria), con 200 trabajadores; y que la mayor pérdida de empleos se producirá en las dos primeras plantas.

La medida forma parte de un plan de reestructuración a escala europea de la multinacional alemana para su división mecánica de frenos, que el año pasado perdió 39 millones de euros, según datos de la propia compañía. Las pérdidas se debieron al encarecimiento del acero y a las exigencias de los fabricantes de automóviles para que los proveedores reduzcan los precios. Los resultados del negocio electrónico de frenos (ABS, ESP) son positivos.

La reestructuración también afectará a Francia e Italia, países que, como España, albergan plantas de fabricación de discos y tambores. Bosch tiene 10 emplazamientos de frenos en todo el mundo, donde trabajan 3.700 personas, un millar de ellas en las tres fábricas españolas afectadas.

La empresa negó ayer "categóricamente" haber planteado más despidos en el resto de fábricas que tiene en España, tal como sostienen algunos sindicatos. UGT asegura que la dirección de la empresa les comunicó hace dos días su intención de eliminar un total de 900 puestos de trabajo hasta 2008 (incluidos los 340 anteriores).

Productividad

La estructura de Robert Bosch en España es de 5.200 trabajadores repartidos en 14 plantas ubicadas en varias comunidades autónomas, pero muy especialmente en Cataluña, Madrid, País Vasco y Navarra, donde se producen limpiaparabrisas, válvulas de inyección y electrodomésticos.

La empresa sostiene, en este sentido, que lo único que ha planteado a los sindicatos para el resto de plantas es la necesidad de "mejorar la productividad". En cualquier caso, la intención de Bosch es que los despidos se lleven a cabo a través de medidas "no traumáticas", como prejubilaciones.

Bosch calcula que cerró 2004 con una cifra de ventas netas de 1.528 millones de euros, según sus datos provisionales, un 7,8% más que el ejercicio anterior. La cifra de negocios de la multinacional a nivel global ascendió a 40.000, según los mismos datos, con un crecimiento del 10%.

La crisis de Bosch se suma a las recientes de Valeo, Delphi o Lear, entre otras. UGT calcula que, desde 2001, el sector de componentes ha destruido un promedio de 2.500 puestos de trabajo en España.