BLOC DE CAMPAÑA

- Eufemismos. Los candidatos tapan con palabras amables sus verdaderas intenciones. Ibarretxe, con la frase inapelable de que "los vascos tienen derecho a decidir su futuro", tapa algo que no dice y quiere: un plan que rechaza la soberanía de las Cortes españolas y recoge el derecho a la secesión de Euskadi de España. Su petición de voto para "negociar" es otro eufemismo. Ya se sabe que cuantos más votos tenga Ibarretxe, más difícil será negociar su plan. Sucede con Javier Madrazo (en la foto), que cuando habla de "federalismo" contradice su práctica política, la aprobación de un plan nada federal, como es el soberanista de Ibarretxe. La oferta de "Gobierno de los ciudadanos" de López, que tapa su política de pactos, es replicada con sorna por sus rivales: "Todos no caben en el Gobierno". San Gil ofrece lo que rechaza: un frente constitucional contra el frentismo nacionalista.

- Maragall irrumpe. Maragall ha hecho un flaco favor a López al irrumpir en la campaña y pronunciarse por un pacto PSE-PNV, una fórmula que el socialista vasco no propone y que facilitará el ataque de sus rivales. No es la primera vez que Maragall le crea problemas. En mayo, tras entrevistarse con Ibarretxe, dijo que no discrepaba del contenido de su plan soberanista sino del método, despreciando la petición de López de que lo rechazara de plano. Lo que más irrita de Maragall en el PSE es que no se exige para sí lo que exige a otros socialistas: que no interfieran en el debate catalán.

- Repaso a Madrazo. Javier Madrazo, cabeza de cartel de IU-EB, ha sorprendido por su sentido patrimonialista al decir: "La izquierda que yo represento sufrió como nadie la represión franquista", en alusión al Partido Comunista de Euskadi, del que apenas quedan militantes en IU-EB. Su líder en la clandestinidad, Roberto Lertxundi, le ha replicado: "EB es la izquierda vendida. Practica la corrupción ideológica a cambio de poder". Imanol Zubero, que militó con Madrazo en Gesto por la Paz, dice que lidera la "izquierda unida al PNV". Madrazo ha buscado apoyo en Anguita, al que el PSOE acusó de hacer la pinza con el PP.