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Reportaje:AUTOMOVILISMO | El peaje de la fama

"Esto no es Ubrique"

Alonso se queja de las molestias que sufre su familia por la locura que desata entre reporteros y aficionados, que cercan la casa de sus padres

Hace años, el Gobierno del Principado lanzó su campaña turística con más éxito bajo el lema Asturias, paraíso natural. A este paso, dejará de serlo para Fernando Alonso, que se siente particularmente reo de su fama en su tierra. Ya en los últimos tiempos había limitado sus apariciones públicas, que acababan invariablemente con la tumultuosa petición de autógrafos y fotografías. Ahora, al calor de su espectacular comienzo de temporada, tiene los problemas a la puerta de casa.

El pasado jueves, en medio de una rueda de prensa que rebosaba optimismo en Bahrein, Alonso expresó públicamente su queja: "Las cosas creo que han ido demasiado lejos por parte de todo el mundo y en especial de los periodistas. Y eso es un problema. No es eso lo que quiero; que me estén esperando todo el rato para hacerme una foto. Pero, si es lo que creen que tienen que hacer, es su problema".

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Alonso se refería a la escena del lunes 21 de marzo, cuando reporteros y aficionados se concentraron delante de la casa de los padres del piloto, en un pueblo a unos cuatro kilómetros de Oviedo. Unas horas antes, Alonso se había encaramado a lo más alto del podio de Malaisia, con lo que se convertía en el primer español que encabezaba la clasificación del Campeonato del Mundo de la fórmula 1.

Después de más de dos semanas en las antípodas, Alonso prefirió ver a su gente a recluirse en su impersonal piso de Oxford, cerca del cuartel general de Renault. Pero su viaje a Asturias trascendió y pagó las consecuencias. O, más bien, su familia, que se sintió "asediada" durante dos horas, hasta que los profesionales y los curiosos se cansaron.

"Es algo que me preocupa", añadió Alonso; "en ese momento, yo no estaba en el lugar, pero ellos estaban delante de la casa de mis padres. Yo estaba con un amigo y vi en la televisión lo que hacían. Me pareció ridículo verlos delante de la casa".

La familia Alonso pilló un enfado considerable y los periodistas no pudieron captar una imagen del nuevo líder de la F-1 hasta el Jueves Santo, cuando coincidió en el aeropuerto de Asturias con los pasajeros que estrenaban un servicio de vuelos baratos a Londres.

El padre del piloto, José Luis Alonso, prefirió no hacer comentarios sobre la situación, aunque dejó muy claro su malestar con tres palabras: "Esto no es Ubrique". Él no entiende el interés de la prensa por su hijo fuera de los circuitos, en los que atiende a los medios de comunicación más allá de lo que establecen las reglas del circo de la fórmula 1.

Es el peaje de la fama. Y no sólo lo pagan él y su familia. Muy a su pesar, Alonso es cada vez más inaccesible para su entorno habitual. Ya no es sólo el engorro de un simple paseo por Oviedo. Sus seguidores, que le apoyaron desde que se subió a un kart siendo un guaje, se encuentran con impedimentos legales hasta para poner nombre a sus peñas. Son exigencias de Renault, que explota sus derechos de imagen.

Aun así, el alonsismo arrasa en Oviedo y en toda Asturias. Aprovechando la diferencia horaria de los primeros grandes premios, los seguidores se juntaron de madrugada ante la pantalla gigante del Auditorio, cedido por el Ayuntamiento, o respondieron a la convocatoria de una emisoria de radio. Y preparan con más ganas que nunca la invasión azul de Montmeló. Ya el año pasado, Asturias fue la segunda comunidad con más seguidores en el Gran Premio de España, tras Cataluña. El circuito barcelonés ya había recibido 1.500 reservas de entradas desde el Principado en noviembre para asistir a una carrera que se disputará el primer fin de semana de mayo.

Ayer, en Oviedo, de nuevo una multitud se reunió para festejar la victoria de su paisano, que, apenas concluida la carrera, recibió las llamadas telefónicas de felicitación del rey Juan Carlos y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Centenares de paisanos de Fernando Alonso celebran su triunfo en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.
Centenares de paisanos de Fernando Alonso celebran su triunfo en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.EFE

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