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El presidente de la Audiencia de Málaga ve dejadez política ante las mafias

El presidente de la Audiencia Provincial de Málaga, Francisco Javier Arroyo Fiestas, hizo ayer responsables del asentamiento en Marbella de bandas internacionales del crimen organizado al "poder ejecutivo", del que dijo "ha tolerado" la situación durante mucho tiempo.

Lamentó que los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado y la fiscalía, que dijo son los encargados de perseguir los delitos, han contado "con medios muy escasos", y recordó que la competencia de los jueces es juzgar. Aseguró que hasta que no murió un niño asesinado en un tiroteo el pasado 4 de diciembre "no se ha movilizado el poder ejecutivo y se ha creado el Greco", unidad policial especializada en el crimen organizado.

Dijo también que Marbella necesita al menos dos nuevos juzgados, uno de instrucción y otro de primera instancia, y que los 10 existentes no es que estén sobrecargados de casos, porque se ajustan a los ratios ideales, pero llevan asuntos "de gran complejidad". Según Arroyo, la situación judicial en la ciudad "ha cambiado mucho" y que "han desaparecido las sospechas de corrupción".

La Audiencia de Málaga resolvió el año pasado 9.304 casos y tiene pendientes 2.513, un 26% menos que hace un año, aunque a según el presidente, aún arrastra un déficit estructural en las salas de lo civil.

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