Raúl deja de ser fijo

Nueve meses después del batacazo de la Eurocopa de Portugal, España afronta hoy en Belgrado (21.00, Antena 3) el partido más trascendente desde la llegada de Luis Aragonés al banquillo. Y lo hace sin haber remontado el vuelo, con sólo media hora de buen juego -en el amistoso ante Inglaterra- y con tantas dudas como las que despertó el equipo en el torneo luso. Con Luis al frente, la selección ha alistado en nueve partidos a 35 jugadores. Ante Serbia y Montenegro competirá hoy con su novena alineación distinta y Raúl -que asegura estar en plenitud física- será suplente en un partido oficial por primera vez desde el duelo con Bulgaria en el Mundial de Francia 98, puesto que en la despedida de Corea 2002 no jugó a causa de una lesión. "Me entreno normalmente con el equipo desde el viernes", sostuvo ayer Raúl. "No está para jugar 90 minutos", apuntó minutos después el técnico en rueda de prensa.

La ausencia de Raúl -máximo goleador en la historia de la selección (41 goles) y tercer jugador con más partidos disputados (82, a siete de Hierro y 44 de Zubizarreta)- supone un giro copernicano en el equipo español. A tenor de las palabras del madridista, la decisión nada tiene que ver con asuntos de enfermería. El capitán llegó a la concentración con dolor en el empeine y se reservó ante China el sábado. Una molestia leve que no le impidió entrenarse al mismo ritmo que el grupo desde el viernes. Pero Luis se muestra escéptico. Además, en su dibujo ante Serbia la pieza de Raúl tiene mal encaje. El técnico quiere jugar con dos pasadores -Xavi y De la Peña- para alimentar a dos extremos bien abiertos -Joaquín y Reyes-, que a su vez enganchen con el delantero más en forma del fútbol español -Fernando Torres-. En este esquema, dar carrete a Raúl supondría prescindir de Reyes y apostar por un guión asimétrico -sin banda izquierda-, sentar a De la Peña -el más brillante en los dos últimos partidos de España- o arrinconar a Torres -el mejor goleador español de la Liga-. A día de hoy, Xavi y Joaquín son insustituibles. "Raúl, aunque no juegue 90 minutos, puede aportarnos bastantes cosas", afirmó Luis, que hace días que desliza en algunos pasillos la posibilidad de que el madridista no sea titular. Al ser preguntado si el técnico había hablado con él al respecto, Raúl fue elocuente: "Conmigo ha hablado de mi estado físico, me imagino que nos dará el equipo mañana [por hoy]".

Luis sostiene que Raúl, en su curso menos inspirado desde su debut hace una década, puede aportar "bastantes otras cosas", pero no cree en los líderes. Así lo hizo saber ayer, mientras era interrogado por la supuesta ausencia del jugador: "No creo en los líderes, eso es un cuento chino; yo creo en los pasillos de seguridad con varios líderes, pero no en el líder único, ni en el mundo del fútbol ni en el mundo empresarial". Desde la retirada de pretorianos como Zubizarreta, Hierro o Luis Enrique, Raúl ha sido el gran icono de España, la cabeza de cartel indiscutible, un jugador de máxima fiabilidad para todos sus técnicos, incluso en sus momentos más bajos, caso del actual. Pero frente a Serbia, líder del grupo de clasificación, Luis considera que todo el grupo deberá exprimir el depósito al máximo. No ve lugar para quien no esté en plenitud, por mucho que Raúl se distinga por una voracidad extrema que le ha llevado en multitud de ocasiones a forzar al máximo para no perderse cita alguna, fuera crucial o pachanguera.

En Belgrado, la selección jugará contra las cuerdas. Una derrota le alejaría cuatro puntos de los serbios y le dejaría como simple aspirante a la repesca que se concede a los segundos. Una inquietante pedrea para un equipo que al menos debe sentirse obligado a estar en las fases finales, sobre todo cuando se juega la clasificación frente a rivales tan rebajados como Serbia, Bosnia, Lituania, Bélgica y San Marino. Los serbios no acuden a un Mundial o una Eurocopa desde 2000, los belgas llevan años en caída libre y, por supuesto, bosnios, lituanos y sanmarineses jamás han tenido pedigrí alguno. Tras el varapalo de Portugal, España ha tenido un paso bacheado, ha sido incapaz de reanimar a una afición hastiada de tanta frustración. En Belgrado tiene la ocasión de estrechar de nuevo lazos con la hinchada. En caso contrario será un jaque para el fútbol español, que en un mes se ha quedado sin clubes en la Liga de Campeones, con un solo representante entre los ocho mejores de la UEFA y con una selección sub 21 -derrotada ayer por Serbia (1-0)- casi eliminada del Europeo de la categoría.

España: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Pablo, Del Horno; Albelda; Joaquín, Xavi, De la Peña, Reyes; y Torres.

Serbia: Jevric; Vidic, Gavrancic, Krstajic; Koroman, Duljac, Stankovic, Djordjevic, Dragutinovic; Kezman y Milosevic o Jestrovic.