Con la conciencia tranquila

Javi Navarro llegó a la sala de prensa de la Ciudad Deportiva del Sevilla tras completar el entrenamiento vespertino de la plantilla sevillista con más de una hora de gimnasio. El esfuerzo reciente se podía ver en el gesto de su cara, pero eran los ojos los que dejaban a las claras la rabia que ha acumulado en los últimos días. Él se dice inocente, simple protagonista de una desafortunada y puntual jugada, y casi todas las opiniones dadas le declaran culpable y camorrista habitual.

"Yo siempre reconozco cuando tengo la culpa, pero no es el caso", aseguraba ayer Navarro en relación con la jugada en la que salió gravemente herido el jugador mallorquinista Arango. "Hace daño estar escuchando todo el día los comentarios". El defensa sevillista aseguró ayer que, durante los cuatro días de descanso que ha tenido la plantilla nervionense en la pasada Semana Santa, no ha estado pendiente a lo que se ha dicho sobre su codazo a Arango.

El Sevilla abordará hoy las alegaciones que presentará ante el Comité de Competición para evitar que Navarro sea sancionado con dureza, aseguró el central, que repitió su visión de la jugada: "En la colisión me protejo, nada más. "ya que, insisto, tengo la conciencia muy tranquila, yo me protegí sin intención de hacer daño. En las fotos en las que el codo sale separado de mi tronco es por que son posteriores al impacto y la fuerza de éste me separa el brazo".

Navarro había preferido hasta ahora mantenerse al margen, tras ofrecer una conferencia de prensa al día siguiente del partido. "Estuve en casita descansando, que siempre ayuda. He intentado un poco no estar muy pendiente, porque hace daño estar escuchando todo el día lo que se dice, aunque es muy difícil no leer algo o escuchar algo sobre el asunto", precisó durante su visita a un colegio por la mañana.

Javi Navarro, defendido por sus compañeros, pero atacado incluso por algunos rivales, evitó manifestarse en profundidad sobre el tema y prefirió destacar lo gratificante que le resultó estar junto a los niños del citado centro de educación especial, "sobre todo por lo cariñosos que son".

Se le preguntó entonces si su presencia en este colegio no podría ser interpretada como una especie de lavado de imagen por parte del Sevilla, para que esa posible y dura sanción que se perfila en su contra, y que podría llegar hasta los 12 partidos, sea menor de lo que se espera.

"A partir de ahora todo lo que se hace está orientado, pero sabéis", dijo a los periodistas sobre las visitas escolares, "que esto se hace todas las semanas. Voy a tener que aguantar los comentarios absurdos que ha habido hasta ahora y cualquier movimiento que haga, que se salga de lo normal, se va a interpretar de esta manera", espetó Navarro que, por último, agradeció el apoyo recibido en estos días por parte del presidente y de la afición del Sevilla.

Durante la conferencia de prensa vespertina, Navarro ahondó sobre este tema: "Yo he llamado varias veces a Arango, pero su teléfono estaba apagado. Le he dejado algún mensaje y no he seguido llamando para que no se malinterprete y alguien piense que lo que estoy haciendo es intentar suavizar la situación".