Un octogenario muere acuchillado en su piso de Centro
Unos vecinos alertaron a la policía por el hedor que salía del piso, en el barrio de Chueca
La Semana Santa terminó ayer con una nueva muerte violenta en la región. El octogenario Ángel García Rodríguez fue hallado muerto en su domicilio, en el distrito de Centro. El cadáver estaba tendido en el suelo y presentaba tres puñaladas en el costado izquierdo. El fuerte hedor que salía de la vivienda del fallecido y el hecho de que tuviera la televisión y la luz permanentemente encendidas motivó que los vecinos llamaran a la policía y que los bomberos accedieran al interior de la vivienda. Es el duodécimo homicidio que se registra en la Comunidad de Madrid en lo que va de año.
El hallazgo se produjo pasadas las cuatro de la tarde en el número 21 de la calle de Hernán Cortés, una vía que comunica las calles de Fuencarral y Hortaleza. A esa hora uno de los vecinos avisó al 091 del Cuerpo Nacional de Policía, ya que del piso primero puerta 5 salía un fuerte hedor, según le habían comentado otras residentes en el inmueble que son extranjeras. Cuando llegaron los agentes de un coche patrulla de la comisaría de Centro, comprobaron que allí residía Ángel García, de 80 años, y que no respondía a las llamadas del timbre. Decidieron entonces avisar a los bomberos que tuvieron que abrir la puerta.
El cuerpo del octogenario se encontraba en el salón. Llevaba varios días muerto, por lo que desprendía un olor muy desagradable que se distribuyó por todo el inmueble. La primera inspección ocular del cadáver permitió descubrir que presentaba al menos tres puñaladas en el costado izquierdo, que fueron las que le mataron. El forense no precisó ayer el tiempo que llevaba fallecido, según fuentes policiales. La autopsia, que le será practicada hoy en el Instituto Anatómico Forense, determinará si tenía alguna herida más y cuándo se produjo el óbito, según fuentes policiales.
En la habitación del fallecido, fue hallado un sobre con diversos objetos de valor, como varios relojes. Además un reguero de sangre conducía desde el salón hasta el dormitorio. Junto al cadáver, había un cuchillo y una navaja en los que no había restos de sangre, según una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Seis días desaparecido
Algunos vecinos del octogenario señalaron que hacía al menos cinco o seis días que no le habían visto pasear por la calle, una actividad que hacía a diario pese a su avanzada edad. "Era un hombre muy educado que siempre te daba los buenos días y que se paraba a hablar con el resto de vecinos", explicó una residente del segundo piso. El inmueble, construido en 1904, está totalmente reformado. Consta de 21 apartamentos que son alquilados en su mayoría. Esto motiva que mucha gente no se conozca, ya que los inquilinos cambian continuamente, según explicaron los vecinos.
La víctima medía 1,65 metros y era de complexión fuerte, según sus conocidos. Este crimen se produjo en una de las calles del populoso barrio de Chueca, en el que hay numerosos locales frecuentados por homosexuales.
Una de las últimas veces que fue visto García fue la semana pasada cuando se dirigía a un bar cercano a ver un partido de fútbol transmitido por televisión. A partir de ahí, ningún vecino recuerda haberse cruzado con él en la escalera o por la calle. Todos coincidieron en afirmar que vivía solo, pese a que en el buzón de su casa había otro nombre: Agustín Velasco Pérez. "En el barrio era muy conocido porque siempre había tenido una moto y se movía con ella por todos los lados", explicó un residente de la misma calle. Era el residente que más tiempo llevaba viviendo en el inmueble, según otros vecinos.
Agentes del Grupo X de Homicidios y de la Brigada de Policía Científica acudieron al domicilio de Ángel García para hacerse cargo de las investigaciones. Los especialistas de criminalística se llevaron varias bolsas de basura llenas de objetos recogidos en el apartamento para determinar si había huellas del asesino o restos de sangre o ADN que permitan su identificación. Algunos vecinos explicaron que era muy frecuente la subida y bajada de hombres en el inmueble y a cualquier hora del día.
Fuentes policiales indicaron que están abiertas todas las hipótesis en este homicidio. Éstas van desde el robo hasta una relación sentimental. En principio todo apunta a que el fallecido conocía a su víctima, ya que la puerta de acceso a la vivienda no estaba forzada. Además, ningún vecino oyó ninguna discusión o altercado en los últimos días que permitiera fijar la hora exacta del crimen. A esto también pudo contribuir que gran número de residentes estuviera fuera por las vacaciones de Semana Santa.
El homicidio de Ángel García es el segundo que se produce en la región en menos de dos días. El viernes por la noche, Agustín Liétor Garrido, de 53 años, guarda en una nave industrial de Torrejón de Ardoz, resultó muerto de una paliza.
Desde que comenzó el año, son 12 los homicidios registrados en la región (el mismo número que los registrados en el mismo periodo del año pasado). Ocho de los asesinatos de 2005 ya han sido resueltos, lo que supone que sólo están pendientes de aclarar el 33% de los casos.
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