Bekele engrandece su mito

A Kenenisa Bekele el triunfo, el sábado, en el Mundial de cross corto le supo a gloria. Eso dijo el atleta triste que aún no ha podido superar la muerte, el 4 de enero, de su novia: "Es la mejor victoria de mi carrera".

Ayer volvió a ganar.

Ayer, en el hipódromo de Saint Galmier, junto a las fuentes del agua carbónica Badoit, cerca de Saint Étienne (Francia), se impuso en el cross bueno, en el de los 12 kilómetros, en la carrera que de verdad importa. Era el éxito con el que firmaba su cuarto doblete consecutivo en un territorio en el que permanece invicto desde su irrupción en los Mundiales de Dublín 02.

Y, como ya no podía repetir que era la mejor victoria de su carrera, porque ésa era la de la víspera, la que le sacó del luto, del desencantamiento en que había transcurrrido su vida desde el 4 de enero, Bekele, hombre parco y serio, se contentó con decir: "La prueba fue más dura que la del sábado [la de los 4 kilómetros] porque hacía más calor y el recorrido [regado generosamente por los organizadores] estaba más embarrado". "Estas victorias significan mucho más para mí que las anteriores porque entonces tenía a Alem, mi novia, dándome ánimos y apoyándome", añadió el etíope, de 22 años, que, gozoso y alegre, dedicó la última recta del hipódromo a enviar besos a los aficionados que llenaban las tribunas.

Detrás de él, a lo lejos, Zersenay Tadesse, el eritreo que vive y se entrena en Madrid, el mismo atleta que subió en Atenas al podio olímpico de los 10.000 metros tras Bekele y Sihine, otro etíope, esprintaba para ser segundo. Detrás de él, Eliud Kipchoge, el primero de los kenianos, se difuminaba, se paralizaba, acababa andando y terminaba quinto. Y, sin embargo, él, Kipchoge, había sido el último que había desafiado a Bekele. A falta de 2.000 metros, al toque de la campana, los dos, ya solos, llegaron a chocar, a meterse codos y hombros, para tomar posiciones. Fue lo último que hizo Kipchoge. Poco después, Bekele aceleró incontenible.

Bekele, una vez más, había derrotado a toda Kenia. A un país que desde 1987 hasta 2004 había ganado siempre por equipos. A un país que había dado al cross las figuras de John Ngugi y Paul Tergat, quintúples campeones del largo. Un país que cedió su primacía a Etiopía en 2004 y que tampoco este año pudo recuperarla, ya que ni siquiera colocó a ninguno de los suyos en el podio. Tercero fue el qatarí de origen keniano Ahmad Hassan Abdullah. España, séptima, fue el primer país europeo y Juan Carlos de la Ossa, 24º, el tercer blanco de la carrera, tras el ucraniano Lebid (14º) y el australiano Mottram (22º).

En el cross corto femenino, la etíope Tirunesh Dibaba, de 19 años, inspirada en Bekele, firmó también el doblete tras imponerse en el largo el sábado. Es la segunda mujer que consigue las dos victorias, tras la irlandesa O'Sullivan en 1988.

Cross largo masculino (12.020 metros): 1. Kenenisa Bekele (Etiopía), 35m 6s. 2. Zersenay Tadesse (Eritrea), 35m 20s. 3. Ahmad Hassam Abdullah (Qatar), 35m 34s. 24. De la Ossa, 37m 17s. 26. Castillejo, 37m 22s. 66. Gómez, 38m 52s. 68. Cáceres, 38m 54s. Equipos: 1. Etiopía, 24 puntos. 2. Kenia, 35. 3. Qatar, 42. 7. España, 184.

Corto corto femenino (4.196 metros): 1. Tirunesh Dibaba (Etiopía), 13m 15s. 2. Werknesh Kidane (Etiopía), 13m 16s. 3. Isabella Ochichi (Kenia), 13m 21s. 50. Z. Fuentes-Pila, 14m 36s. 72. Montañé, 14m 55s. 76. I. Fuentes-Pila, 15m. 81. Martín, 15m 8s. 87. Bejarano, 15m 15s. 88. Valderas, 15m 17s. Equipos: 1. Etiopía, 18 puntos. 15. España, 279.