Ante el juicio del Bernabéu

Confabulado contra los elementos, contra el abultado colchón de puntos del Barcelona y el juicio del estadio Bernabéu esta tarde a un Madrid acusado por las derrotas en Turín y Getafe, Vanderlei Luxemburgo apeló ayer a la heroica. "Mientras matemáticamente tengamos posibilidades, no bajaremos los brazos en la Liga", espetó el técnico blanco. Puesto a ver la vida con optimismo, el brasileño, que mantuvo una charla con el presidente, Florentino Pérez, tras los desastres porque le surgieron "dudas" sobre su continuidad, entiende que los reproches son buenos. "El jugador que no esté preparado para afrontar un momento de dificultad no merece jugar en el Madrid", dijo. Y reclamó a sus pupilos "más actitud" que ante el Getafe "para aspirar a ganar" al Málaga.

"El presidente me recordó que me resta un año que cumplir", confiesa el técnico

De similar manera se expresó la víspera Helguera. "Cuando hay que ayudar a un amigo es en los momentos difíciles", explicó el central. Las escasas muestras de apoyo de estos días se pudieron leer en el entrenamiento del viernes, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, a través de pancartas que rezaban: Ahora más que nunca, el madridismo unido o Club, jugadores y equipo, un solo grito: ¡Hala Madrid! De acuerdo con la campaña de respaldo, 15 peñistas se concentraron ayer mismo en los aledaños del Bernabéu.

Con diez partidos por delante, el momento idóneo para aplacar las iras de la grada llega ante el Málaga. Pero no será coser y cantar. El Madrid tan sólo ha cosechado una victoria en los cinco últimos encuentros ligueros: frente al Betis (3-1) después de que el cuadro sevillano desperdiciara una retahíla de ocasiones. En los restantes empató en Valencia (1-1) y cayó en campo propio ante el Athletic (0-2) y en ajeno frente al Deportivo (2-0) y el Getafe (2-1). Los números tampoco sonríen en el apartado goleador: cinco tantos a favor (a uno de media) de una plantilla en teoría brillante por su facilidad para agujerear la portería por ocho en contra (1,6).

La mala racha del Madrid, del mismo equipo que encadenó siete triunfos consecutivos, llevó al marcial Luxemburgo a pedir audiencia a Pérez. "Me recordó que me resta un año [de contrato] que cumplir", admitió. El estratega suramericano alabó la puesta en escena del rector del Madrid el miércoles pasado: "Se ha sometido al equipo a mucha presión y, cuando eso sucede, el que tiene que hablar es el presidente para proteger a la institución". "Se habla de jugadores que van a salir a final de temporada, de los que van a venir, y no lo podemos aceptar porque es una falta de respeto", continuó. Para acallar los rumores, Pérez anunció "retoques, no una revolución".

Un rayo de esperanza entre tantos nubarrones anímicos alegró ayer la mañana a Luxemburgo. "Míchel Salgado está para jugar desde el inicio", confirmó el preparador, que durante un mes ha empleado a Raúl Bravo, zurdo cerrado, en el lateral derecho. Quien se cae de la lista es el danés Gravesen, sancionado por acumulación de amonestaciones.