Un incendio en un garaje de Móstoles obliga a desalojar a un centenar de personas y destruye ocho vehículos

Un incendio en un garaje de Móstoles dejó en la madrugada de ayer a un centenar de personas en la calle y destruyó ocho vehículos. El fuego se originó a las tres de la mañana en la segunda planta de un garaje de tres alturas situado en la calle del Pintor Rubens, en el barrio de Estoril II. Un centenar de personas que viven en los números 26, 28 y 30 de la vía tuvieron que ser desalojadas de madrugada, aunque pudieron regresar a sus pisos sobre las siete de la mañana, explicó Javier Guijarro, jefe de los bomberos de Móstoles. La policía está investigando las causas que provocaron el siniestro.

El fuego comenzó en uno de los coches, según Guijarro. Una mujer de 77 años tuvo que ser evacuada por una ambulancia de la Cruz Roja hasta el hospital de Móstoles por una intoxicación leve por inhalación de humo.

Dentro del garaje, con una temperatura cercana a los 40 grados, los coches siniestrados estaban destrozados, derretidos como si fuesen mantequilla. El fuego había deshecho las ruedas y los cristales; las chapas de los coches estaban totalmente calcinadas. El fuego también hizo desprenderse algunos cascotes y afectó a una de las rampas, que tuvo que ser apuntalada por los bomberos. Algunos residentes comentaron que algunos vehículos tenían los cristales rotos. "Eso ha sido alguien que ha entrado a robar y, al hacer un puente eléctrico, ha saltado un chispazo", comentaban en un corrillo. Fuentes policiales confirmaron que algunos de los coches del garaje presentaban "indicios de robo".

Los vehículos tuvieron que ser sacados por los bomberos. Una capa de ceniza los cubría a todos. "María Eusebia, mi coche sale negro como un tizón", comentaba una vecina a otra. Los afectados se pasaban unos a otros toallas mojadas para quitarse el tinte negro de la ceniza. "Nos hemos enterado porque la niña se ha puesto a toser por culpa del humo que ha subido a los pisos", apostilló otro.

El humo procedente del incendio se metió en algunas viviendas a través de los respiraderos de la cocina. Los bomberos tuvieron que cortar el agua a los inmuebles durante unas horas.