Bronca entre Roberto Carlos y el representante de Gabi
Ya lo sabe el madridismo: Getafe no es Vallecas. Lo intuyó el presidente, Florentino Pérez, cuando pidió acudir al Coliseum escoltado por una guardia de corps de no menos de cinco mocetones, sin contar las decenas de policías de paisano y de civil que estuvieron pendientes de su llegada. Al final, no pasó nada. Al menos a él, a Pérez. Porque, finalizado el choque, según informó la Cadena Ser, Roberto Carlos tuvo un enfrentamiento con Manuel García Quilón, representante del getafense Gabi.
Los hechos ocurrieron cuando la expedición madridista se disponía a subir al autobús. García Quilón echó en cara a Gravesen una dura entrada sobre Gabi, que obligó a éste a abandonar el césped. El danés no se dio por aludido, o quizá no se enteró de lo que le contaban, y entró en el autobús. Sí se enteró, sin embargo, Roberto Carlos, que abandonó su asiento y se fue a por García Quilón. La discusión creció de tono y la policía se vio obligada a intervenir para poner paz.
A la sombra del cerro de Los Ángeles, en una tarde primaveral, se desarrolló el último desastre del Madrid, un club que no es bien recibido en este suburbio de la capital. Dieciséis mil aficionados (repartidos entre la grada y los cerros circundantes) silbaron con desdén a los galácticos. Los mismos que antes del descanso, locos de felicidad, gritaron el gol de Albiol. El gol que abrió la veda. El gol que ha desconectado al Madrid de la Liga definitivamente.
Albiol es un canterano del Valencia que casi se mata en la carretera, el verano pasado, cuando venía a jugar cedido al Getafe. Tardó cinco meses en recuperarse de las lesiones. Le extirparon el bazo. Ayer, dos meses después de debutar, Albiol vivió su gran día de gloria, para felicidad de la afición, que agotó las entradas del Coliseum. Se trata de un campo chico, con una grada a medio terminar. La construye Dragados, perteneciente a ACS, la empresa que gestiona Florentino Pérez. Por infraestructura, por plantilla, se habría dicho que el Getafe es un filial madridista. Por afición, no parece que eso sea muy cierto. Aunque muchos socios del Geta lo son también del Madrid, con su presidente, Ángel Torres, a la cabeza, ayer el repudio a las camisetas blancas fue casi unánime.
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