París pasa el trago
Termina la inspección del COI con elogios al proyecto francés
París 2012 pasó el trago de la visita de la Comisión de Evaluación del Comité Olímpico Internacional (COI), pero incluso a la diplomática inspección le dejó dudas. La presidenta, la ex atleta marroquí Nawal el Mutawakel, no tuvo más remedio que reconocer que "analizarán y volverán a discutir" las múltiples protestas sociales y ecológicas que les han acompañado durante su estancia en París. Pero fue lo único que dejó entrever negativo porque dejó bastante evidente que su percepción es un tanto favorable hacia la candidatura. Y cuando necesitó ayuda, o sin precisarla, tuvo al director del COI, el suizo Gilbert Felli, para mantener la línea. Sólo ellos hablaron de los 13 miembros de la comisión.
Resultaron especialmente sorprendentes sus respuestas a una primera pregunta sobre qué opinan de la carta del presidente del Comité Olímpico Francés (CNOSF), Henri Sèrandour -quien ayer dijo "no arrepentirse" de haberlo hecho-, dando facilidades de visados a miembros del COI y a presidentes de comités nacionales y federaciones internacionales, junto a sus esposas. Ambos contestaron, aunque quien debería hacerlo, y aún no lo ha hecho, es la Comisión de Ética: "No vemos problema si ayuda al movimiento olímpico para que los atletas puedan venir a competir. También se hace en otros países". Fueron incluso más lejos que los dirigentes de París 2012 o el alcalde, Bertrand Delanoë, cuando dijeron que era cosa del CNOSF, aunque también forma parte del proyecto. Pero, al menos, sabían que la carta no iba a dirigida a los atletas. A una segunda pregunta aclarándoles quiénes eran los destinatarios, El Mutawakel repitió que es bueno apoyar a la Familia Olímpica y llegó a decir "a los campeones" para acabar saliendo del embrollo: "En todo caso, no es cuestión de esta comisión". Fue un detalle más de sus intervenciones, en las que a veces parecía hablar un miembro de la candidatura.
Ante la huelga y las continuas manifestaciones de estos días, alguien preguntó: "En Francia hay 30 huelgas al año. ¿No le preocupa?". El Mutawakel dijo: "Es algo que puede ocurrir en democracia, pero han desfilado con camisetas de París 2012 y es buena señal. No ha afectado a nuestro trabajo y hemos visto que existió un acuerdo entre la organización y los sindicatos y que éstos apoyan los Juegos". Al final, admitió que volverán sobre el tema.
El Mutawakel vio ayer una gran pasión por los Juegos en la gente por la calle y le impactó un ciclista de 17 años que podría, dijo, competir en ellos. Hasta se mostró encantada con el presidente francés, Jacques Chirac, que invitó a cenar el viernes a la comisión. "Es alto y un gran deportista...".
Al menos, volvió a dejar claro que la comisión no puntuará las visitas, sino que sólo hará un informe técnico con el análisis de los riesgos para que decidan el centenar largo de los miembros del COI, como ella y otros cinco integrantes de los 13 inspectores que mañana viajarán a Moscú, su última visita. A juzgar por sus palabras, en el caso de París quiere minimizar los riesgos, pues los elogios, como ocurrió en Madrid, Londres y Nueva York, fueron los habituales: "Nivel elevado del proyecto, todas las garantías y apoyos, visita productiva...".
Ayer fue el único día de los cuatro de trabajos de la comisión que salió el sol. Minutos antes de la comparecencia, Francía había ganado en Dublín a Irlanda en rugby. Todo era positivo. La sala del Grand Hotel parecía ya la de la elección de Singapur. La grandeur francesa parece una maquinaria difícil de batir. Tiene peso y apoyos. Pero también problemas. La comisión informará, pero sólo los miembros del COI votarán.
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