Los vecinos de Arganzuela protestan por las futuras chimeneas de la M-30

Una manifestación sin cabeza visible reunió ayer a un gran número de vecinos del madrileño distrito de Arganzuela para protestar contra las chimeneas que el Ayuntamiento va a levantar en la zona. Los asistentes, unas 400 personas según la policía y entre 1.000 y 1.500 según el cálculo de los convocantes, se habían dado cita en la confluencia de la avenida del Planetario con la calle de Embajadores. A las 19.00 cortaron la circulación entre gritos de "Gallardón, chimenea en tu salón" durante una hora, hasta que efectivos de la Policía Nacional acudieron al lugar y les conminaron a retirarse. Entremedias, dos autobuses de la EMT y varios particulares en sus coches atascados, sin poder ir hacia delante ni hacia atrás.

Las torres objetos de la protesta, de 20 metros de alto y otros 20 de diámetro, ventilarán los futuros túneles que está construyendo el Consistorio para aliviar de tráfico el nudo sur en la M-30. Una de ellas se levantará en la misma avenida del Planetario, en el parque Enrique Tierno Galván a menos de 100 metros de algunas viviendas y la otra en Méndez Álvaro, en una zona sin casas.

Los vecinos que salieron a la calle ayer protestan por la ubicación de las torres y por la manera de acometer la obra por parte del gobierno municipal, que según ellos no les informó de sus intenciones. "Esto es un problema de salud", resumía Rafael, uno de los vecinos que se reunieron "en un garaje" para ver qué medidas tomaban para paralizar las obras. Entre él y otros acordaron salir a la calle, aunque no convocaron una manifestación en toda regla.

Contaminación acústica

Una de las vecinas que más cerca vive de la futura torre es Cristina Vivanco. Ha sido ella, que es funcionaria municipal, junto con otro vecino, quien se ha encargado de hablar con el Ayuntamiento. La concejal del distrito, Eva Durán, y Jorge Presa, director técnico del intercambiador de la M-30, les recibieron. "Nos dijeron que no va a haber contaminación acústica ni ambiental", afirma. "Nosotros lo que pedimos es que se lleven la chimenea 100 metros más allá, al otro lado del parque [Tierno Galván] que allí no molesta, pero nos dijeron que no pueden porque la chimenea ya está al límite", lo más lejos que puede estar.

Hubo incluso algún político como Juan Antonio Ruiz Castillo, diputado de la Asamblea de Madrid por el PSOE, que es vecino de la zona. "Apoyamos la manifestación porque éste es un barrio que tiene muchas otras necesidades y el trato a los vecinos [por parte del Ayuntamiento] ha sido muy malo", afirmó.

Finalmente, los vecinos se retiraron a las 20.00, tras otra reunión improvisada. Entre los aplausos del resto de asistentes, se acordó convocar manifestaciones todos los viernes "hasta que pongan césped" en el lugar que ahora está en obras. La próxima vez pedirán permiso a la Delegación del Gobierno.