Hasta sus enemigos loan a Kaspárov

Gari Kaspárov tiene muy pocos amigos y casi ninguno entre los ajedrecistas de élite. Pero el ambiente fue tan emotivo el jueves, durante el anuncio de su retirada en Linares, que varios ases del ajedrez se mostraron incapaces de pensar sobre el futuro sin Kaspárov. A los 42 años es una figura irrepetible que eligió retirarse tras veinte años seguidos como número uno y después de su noveno triunfo en Linares.

Aunque su madre era un mar de lágrimas, Kaspárov aguantó sin llorar casi toda la ceremonia de clausura, incluso cuando el alcalde, Juan Fernández, abrazó muy efusivamente a ambos en el escenario. Pero "El Ogro de Bakú" no pudo resistir el llanto al final, cuando le abrazó Luis Rentero, el hombre que hace un cuarto de siglo convirtió la ciudad jiennense de 60.000 habitantes en la meca del ajedrez. Rentero es ahora el dueño del hotel Aníbal, la sede del torneo, y cuyas paredes están adornadas con fotos de eminentes ajedrecistas. Tras el abrazo, el artífice del Ciudad de Linares anunció que desde hoy la habitación 103 y la sala de juego llevarán el nombre de Kaspárov.

Éste pronunció entonces un discurso: "Cuando vine a Linares por primera vez, en 1990, mi pelo era negro y gané el torneo. Quince años después, tras dos sin lograrlo, tengo muchas canas, pero he vuelto a triunfar aquí, en el mejor torneo del mundo. Antes de retirarme tenía dos desafíos pendientes, ganar el Campeonato de Rusia y volver a llevarme la cabria de plata

de Linares. Mi sueño está cumplido y no puede haber mejor ocasión para decir adiós. Gracias, Linares, por todo".

El indio Viswanathan Anand será el nuevo número uno en cuanto Kaspárov desaparezca de la lista. "Le he visto tan emocionado que me parece que va en serio", dijo Anand. "Otros grandes ases, como Michael Jordan o Pete Sampras, también se retiraron en la cima. Pero Jordan volvió y no descarto que Kaspárov lo haga dentro de seis meses, cuando vuelva a ver lo mal que jugó el jueves el final de su partida contra Véselin Topálov. Antes de conocerle, yo ya estudiaba sus partidas". Topálov, de 29 años, 3º del mundo, fue muy expresivo: "Va a dejar un vacío similar al de Schumacher o Jordan. Ni siquiera Bobby Fischer [campeón del mundo en 1972] está a su mismo nivel porque se fue muy joven". Todos sus rivales admiten que enfrentarse a él era una tortura. Quizá por eso Kaspárov agradeció mucho que el español Paco Vallejo, de 22 años, en quien el ruso ve "un talento enorme", fuera el primero en acercarse a él para decirle: "Ha sido un gran placer jugar contigo".

Lo más sorprendente fue escuchar al griego Georgios Makrópulos, presidente adjunto de la Federación Internacional, el organismo al que Kaspárov culpó el jueves de su retirada: "Creo que tiene cosas más importantes en su vida que luchar para seguir siendo el número uno. En todo caso, es un genio; sin él, el ajedrez será más pobre. Espero que no sea su decisión final".

Quienes conocen mucho a Gari Kaspárov están convencidos de que nunca volverá a entrar en un escenario con la determinación de un toro. El ciclón Kaspárov ha dejado de arrasar.