Un lugar para amar y soñar este fin de semana
- Bandas sonoras. Cada época tiene su banda sonora. La banda sonora de una época es, como su nombre indica, sonora. Está fabricada con sonidos. Hace ruido. La banda musical de la década de 1970 son ruidos que sólo escuché en esa década y solamente en esa década. Verbigracias: "no he traído los deberes porque mi hermano pequeño me los ha guixao", "Martínez, plaf, usted no tiene hermano pequeño, zoquete", "abuela, cuelgue que esto le va a costar una fortuna", "yo, todo esto, si me dejaran mandar, lo solucionaba en un día", "usted no sabe con quién está hablando", "hijo, yo creí que Pío XII y Franco eran eternos", "los muy hijos de XXXX han encontrado la caja de la huelga", "el día que mataron a los cinco muchachos me levanté llorando", "yo voto lo que me dice mi marido". Los ruidos es la parte más frágil de la memoria. Desaparecen cuando dejas de escucharlos y pasas a escuchar otros ruidos. Las canciones se parecen tanto a los ruidos que, en cuanto te descuidas, son ruido.
En el Palau Sant Jordi se reunieron miles de personas para escuchar a los grupos que llenaron las décadas de 1960 y 1970 con su música
- Las canciones malas no mienten. Pabellón de Sant Jordi. Festival 60 X 60. Chorrocientas personas -¿7.000? ¿10.000?-. En el escenario está cantando Micki, El hombre de Goma. Más concretamente canta el tema ¿autobiográfico? Enséñame a cantar. El público reconoce el ruido como un ruido propio y se apunta al bailongo con la boca llena de dientes. Son mayoritariamente personas que vivieron sus glory days en los sesenta y setenta y que han venido aquí a reencontrarse con el ruido de los grupos de aquella época mezclado con su propio ruido. Aquí quedaría a huevo decir aquello de que se trata de una generación extraña, que quiso cambiar el mundo, etcétera. Y que al final sólo lo pudo cambiar -je, je- en un 3%. Pero echas un vistazo al público y sucede lo mismo que cuando echas un vistazo a Argentina. Allí no ves la clase media por ningún lado. Y aquí no ves el tipo medio por ningún lado. No-tipo-medio, descripción. Señoras con juego de piernas que pactaron con el diablo. Señoras sin juego de piernas que se casaron con el diablo. Caballeros que no bailan. Caballeros que bailan, submodalidad no-deberían-hacerlo y submodalidad esto-no-es-nada-monada. Señoras que bailan a su bola, como en los setenta cuando se inauguraba una zona verde. Gente vestida con lo primero que se han encontrado en el armario o lo primero que se han encontrado en la caja fuerte. Mucho personal sentado en las gradas, como quien mira la tele y escucha los ruidos del día. Bueno. Compadreo con el público. Una señora: "Yo era joven. Me creí esas canciones y me casé. Salió rana. Hoy me he encontrado a mi ex en el concierto" -aparece un pollo a su lado; "Hola"; mete la cara del pollo que se lo está currando-. "Por lo visto él también se las creyó". Un caballero: "Estas canciones son como un novia que tenía en aquel momento. Más fea que Pichote. Pero me gustaba". Aparece una señora a su lado, más fea que Pichote. "¿Cómo que más fea que Pichote?". "Yo no he dicho nada. Es el ruido, chata".
- La cosa. Sobre el escenario se suceden las evoluciones. Tras Miky y el ex rebelde Segarra, se apuntan los Munstangs, los Diablos, Tony Ronald -era el gran ideólogo de mi cole, una joya asociada al extinto Tribunal Tutelar de Menores; los internos, en cuanto tenían cinco minutos cantaban su tema Help; años después descubrí, un día mientras me duchaba, que en realidad no decían help, si no socorro, otro ruido-, Los Sírex -Loquillo canta con ellos como also starring-, Los Salvajes -con Miki Puig-, y Mike Kennedy, el único Kennedy que sigue vivo, si descontamos a Laporta. Algunos artistas interpretan su arte por lo Paquirrín, pero en vez de con el hijo en el escenario, con el nieto. Conversación con Miquel Polidano, representante artístico vitalista que con el tiempo tendrá un bocadillo con su nombre, y el ideólogo de la cosa que a), me describe la cosa -"se llama 60 X 60 porque somos de los sesenta y rondamos los sesenta", "Aquí nadie fue a París en el 68, pero hicimos la Revolución. Rompimos. Nos fumamos lo que teníamos que fumar y todo eso"-, y b), me describe al usuario de la cosa -"el 90% tiene más de 50 años y ha venido con su pareja. Bueno, con su tercera o cuarta pareja. ¿A quién no le ha pasado?"-. Me encuentro con Marcos Jaen, guionista de TV-3, la teva, que va y me dice que es el hijo del grande Amador Jaen, bajista de Los Diablos -grupo Charnego Power de L'Hospitalet- y compositor de canciones / ruidos tales como Un rayo de Sol, Fin de Semana, El Talismán. "¿Un recuerdo? Mi padre nos llevaba a todas las actuaciones. Yo era el bebé que lloraba y hacía ruido en pleno festival de Benidorm". Me habla de su padre. "Un gran tipo. Lo ves rascándose los XXXX escuchando los ruidos de la tele y te dices para ti: es historia viva de la música española".
- La cultura popular como ruido. Conversación con Loquillo. "Estoy aquí porque he estado en todos los homenajes a todos los músicos de Barcelona". "Son de Barcelona. Son una época. Y la Generalitat no les ha dado medallita. Se ha tenido que montar esto por iniciativa privada. Y mira cuánta gente ha venido". Me explica que sus primeros accesos al ruido fueron gracias al hermano de Lesly, de los Sirex. "Trabajaba en el puerto con mi padre. Le pasaba los discos de Los Sirex", concluye: "Estoy aquí porque son cultura popular".
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