Los afectados por derribos no irán a los pisos puente hasta que firmen acuerdos individuales

Las 34 familias del Carmel afectadas por los derribos de sus casas que llegaron a un acuerdo sobre la cuantía de las indemnizaciones se muestran satisfechas pero prudentes, porque todavía tienen que firmar acuerdos individuales, caso por caso. De ello depende, explicaron ayer, su futuro inmediato, que debería ser el traslado de la mayoría a los pisos puente de las calles del Llobregós y Garcilaso, en los que vivirán de forma provisional siempre que no deseen quedarse. Ester Pérez, abogada del Colectiu Ronda, que representa a los vecinos del número del pasaje de Calafell, aseguró que los vecinos no irán a estos pisos mientras no se cierren los acuerdos individuales.

Pérez añadió que para efectuar los traslados primero se debe conocer el valor de la tasación de los pisos antiguos que efectuarán técnicos independientes. "La semana que viene se prevé firmar un convenio definitivo con la Generalitat. Aún no tendremos las tasaciones, y deberemos esperar al menos otra semana para firmar acuerdos individuales", explicó.

Una vez firmado el acuerdo, añadió la abogada, la Generalitat tendrá 30 días para abonar las indemnizaciones y 60 para facilitar las viviendas a los afectados. Todas las compensaciones estarán libres de impuestos, por lo que la Generalitat deberá negociar este punto con el Gobierno central o asumir los costes impositivos.

Con estos flecos pendientes, los representantes de estas 34 familias, y sus miembros a título personal, se mostraron ayer satisfechos por las indemnizaciones logradas.

La también abogada y presidenta de la Asociación de Afectados Línea 5, Mari Carmen Pérez-Pozo, que representa a un reducido número de las 34 familias, afirmó: "Hemos acercado posiciones entre las cuantías que pedíamos, que eran superiores, y las que ofrecía la Administración, que eran ridículas".

Ya en primera persona, la expresión "estamos contentos" fue la que más repitieron los afectados. "Es una cantidad justa", afirmó Avelina Gómez, del número 10 del pasaje de Calafell. "Estoy contenta. Dicen que la indemnización es millonaria, pero es el valor de lo que hemos perdido. Es lo que es nuestro", señaló Laura Alcampel, del número 6 de Conca de Tremp. "Lo que más me importa ahora es que ya tenemos algo escrito y que puedo empezar a vivir de nuevo", dijo Montserrat Hernández, vecina de la finca del pasaje de Calafell.

La millonaria indemnización -si se calcula en pesetas- ha suscitado no pocos comentarios entre el vecindario del Carmel. "Nos tratan como si nos hubiera tocado la lotería, como si encima de que nos hemos quedado sin casa tuviéramos que estar agradecidos", respondía ayer Avelina Gómez. "No tienen ni idea de cómo teníamos los pisos", añadió.