Conde-Pumpido califica de ultraderechista al sindicato que acusa a Atutxa

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, calificó ayer en la Comisión de Justicia del Congreso de "sindicato ultraderechista" a Manos Limpias, promotor de la querella contra el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa. Conde-Pumpido compareció a propuesta del PP para explicar los nombramientos de fiscales, pero su portavoz, Ignacio Astarloa, extendió el debate a cuestiones que no estaban en el orden del día.

En su réplica, el fiscal general explicó que no recurrió la sentencia que archivaba la causa contra Atutxa -por desoír la orden del Supremo de disolver el grupo de la ilegalizada Batasuna- porque está convencido de que los hechos "no encajan en el tipo penal de la desobediencia". Sobre el fallo del Tribunal Superior vasco que ordenó seguir el proceso contra Atutxa, Conde-Pumpido afirmó que dice "de forma simplista" que hay delito porque la sentencia del Supremo sobre Sozialista Abertzaleak "no se ha ejecutado".

En otro momento señaló que "sentar en el banquillo a miembros del Parlamento vasco no forma parte de una alternativa política", y agregó que esa iniciativa se la deja a "ese sindicato ultraderechista", en alusión a Manos Limpias.

Astarloa había acusado al fiscal general de descuidar "gravísimamente altos intereses del Estado" por no haber recurrido la sentencia de archivo del caso Atutxa, revocada por el Superior vasco.

Además, Conde-Pumpido zanjó en su comparecencia la polémica sobre los nombramientos de fiscales asegurando que durante los últimos ocho años la dirección de la conservadora Asociación de Fiscales "ha dirigido la carrera fiscal" y sus miembros salían elegidos "para los cargos importantes". Ahora los nombramientos "los decide el Gobierno a propuesta del fiscal del Estado y hay afectados que protestan", agregó.

Astarloa se cuestionó si lo que pretende es desmantelar las fiscalías de la Audiencia Nacional y Anticorrupción "hasta que cuente con fiscales de su confianza".