Maiski, Bashmet y Rachlin adaptan a sus cuerdas las 'Variaciones Goldberg'
Tocarán en una versión de cámara la gran obra de Bach para teclado
Es un auténtico experimento, pero suena de forma asombrosa, según Julian Rachlin (Lituania, 1974). Este violinista es el más joven de un trío de ases formado también por el violonchelista Misha Maiski y el violista Yuri Bashmet, que actúan mañana en el Auditorio Nacional de Madrid, dentro del ciclo Juventudes Musicales, patrocinado por EL PAÍS.
Un experimento que juega con una de las mayores joyas musicales de todos los tiempos, las Variaciones Goldberg, compuestas por Bach para teclado y que sólo harán en su actuación madrileña, donde ejecutarán la versión que adaptó en 1984 el violinista Dmitri Sitkovetski en memoria de uno de los más grandes intérpretes de esta obra, el pianista Glenn Gould. "Es una obra maestra matemática", asegura Rachlin. "Está estructurada como una pirámide y cada variación es un canón. Funciona en trío perfectamente", afirma.
Es la primera vez que la interpreta en público. "Eso hace este concierto una ocasión especial", afirma. Tampoco es que se ponga nervioso, porque su compenetración es total. "Soy el bebé del grupo, Misha y Yuri son mis padrinos en la música de cámara, pero llevamos tocando juntos más de 10 años y nos entendemos perfectamente".
Se entienden y disfrutan, porque la música de cámara es lo que más les gusta a los tres. "Hasta cuando toco conciertos intento que suenen de forma camerística", dice. Entre otras cosas, ese formato le permite huir de la obsesión por el virtuosismo. "Hasta hace poco nos han enseñado a ser los más rápidos, los que más notas dan, pero creo que nuestra generación va huyendo de tanta especialización y está aprendiendo a compenetrarse mejor con otros músicos".
Por ejemplo, aprendiendo a tocar otros instrumentos. "Yuri me está enseñando a tocar la viola y eso me hace crecer. Los violinistas estamos acostumbrados a sonidos muy agudos, de soprano, y la viola está un un tono central, que da muchísimos matices, lo cual es alucinante para un violinista", dice Rachlin. Aun así, no ha dejado una actividad concertística que comenzó batiendo un récord: fue el solista más joven en debutar con la Filarmónica de Viena. Tenía 15 años, lo hizo con Riccardo Muti y desde entonces no ha parado.
Babelia
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