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Moratinos ofrece a Guinea Ecuatorial "un diálogo franco y constructivo"

El ministro se entrevistará hoy con Obiang y con el líder de la oposición

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, cenó anoche en Malabo con su homólogo, Pastor Michá, al iniciar una breve visita a Guinea Ecuatorial que tiene como objetivo ofrecer a las autoridades de la ex colonia española "un diálogo franco y constructivo" que permita superar las desconfianzas y tensiones acumuladas en la última etapa del mandato del anterior presidente del Gobierno, José María Aznar.

Moratinos aborda esta tarea con la pretensión de "normalizar" las relaciones sin renunciar a un elemental sentido crítico. Hoy verá al presidente, Teodoro Obiang Nguema, y también a la oposición.

El ministro rechazará una vez más, por ejemplo, como inadmisibles las acusaciones de implicación en el golpe fallido de marzo de 2004 vertidas contra Aznar por el Gobierno guineano el pasado septiembre en la ONU. También expondrá a sus interlocutores la urgencia de invertir con un sentido social y de Estado los enormes beneficios que Guinea Ecuatorial obtiene del petróleo.

Con una producción que supera los 120.000 barriles diarios, la ex colonia española se ha convertido en el tercer productor petrolífero del África subsahariana y su Producto Interior Bruto (PIB)ha crecido en torno a un 30% en los últimos diez años. Hoy, la renta per cápita se aproxima a los 7.000 dólares, una cota casi similar a la de Libia, sin que ese enriquecimiento sea perceptible en la calle.

El avión oficial español que trasladó ayer a Moratinos llegó a Malabo cargado de medicinas requeridas por un brote de cólera que ha producido ya unos 300 casos diagnosticados y una cincuentena de muertos en tres semanas. Desde la distribución de agua potable a la de fármacos, todo sigue por hacer en este país que tiene lo fundamental para ser próspero.

La única sanidad y la única educación existentes en Guinea Ecuatorial son las financiadas por la cooperación española, con un presupuesto anual de unos ocho millones de euros, muy inferior, sobre todo en términos relativos, a los 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros) presupuestados a comienzos de los años ochenta, cuando los gobiernos de UCD optaron por volcarse en Obiang, entonces flamante líder surgido de un golpe de Estado que Madrid había apoyado. La cooperación sufrió un corte drástico en 1993, tras el estallido de la primera crisis abierta con la expulsión del cónsul español en Bata.

Cambio de consideración

Moratinos quiere plantear con claridad el futuro de estos programas, que en el último plan han bajado a la consideración de interés especial desde la de país preferente que tenían. El cambio no se debe a las tensiones mencionadas ni a las suscitadas por las noticias de prensa sobre la presunta ocultación por Obiang de los beneficios del petróleo a través del Banco Riggs, sino a la dificultad natural que el crecimiento de la renta del país plantea para que Guinea se mantenga como un perceptor importante de ayudas.

La intención del Gobierno español es seguir concentrando la cooperación en programas exclusivamente sociales, y extenderla al campo del desarrollo de las instituciones y de la consolidación de una clase media capaz de dar al país cohesión y estabilidad social.

En ese contexto se inscribe también la entrevista que el ministro Moratinos mantendrá hoy en Bata con Plácido Micó, líder de Convergencia para la Democracia Social (CPSD). El secretario general del único partido de oposición representado en el Parlamento guineano salió de la cárcel, en buena medida gracias a las presiones españolas, hace poco menos de un año. Estaba condenado por su participación en otro golpe de Estado que la mayoría de los observadores internacionales consideró un invento de las autoridades guineanas.

Una parte esencial de los problemas de la cooperación se refleja en las dificultades para aplicar el plan de conversión en inversiones de los 26 millones de euros en que se cifra la deuda pública guineana con España. El plan data de junio de 2003, sin que se haya logrado acuerdo sobre los proyectos que financiaría. El Gobierno guineano quiere construir un gran hospital en Malabo. Las autoridades españolas han considerado siempre más importantes tareas preventivas como la depuración de aguas o la generalización de los centros médicos locales. Moratinos insistirá hoy en estas ideas.

El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema.
El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema.RICARDO GUTIÉRREZ

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